Se consolida un escenario más seco y cálido: advierten por la posible influencia de La Niña
El pronóstico mensual confirma una disminución marcada de las precipitaciones y un incremento sostenido de las temperaturas en gran parte del territorio argentino, con especial impacto en el oeste del país.
Durante octubre se consolida un cambio en el patrón climático sobre la Argentina, luego de un invierno y el inicio de la primavera caracterizados por lluvias frecuentes y acumulados significativos. El meteorólogo Leonardo De Benedictis de Meteored nos cuenta cómo será el pronóstico para el mes de octubre. El escenario actual muestra una disminución importante en los niveles de precipitación, tendencia que podría mantenerse a lo largo de las próximas semanas. Este cambio está vinculado, en parte, al desarrollo de un posible evento La Niña, cuya influencia comenzaría a sentirse con mayor fuerza en el centro y norte del país.
El modelo del Centro Europeo de Pronóstico a Mediano Plazo (ECMWF) proyecta un comportamiento diferenciado de las lluvias según la región. En Buenos Aires, el Litoral y parte del noreste argentino, las precipitaciones se mantendrían dentro de los parámetros normales para la época. Sin embargo, sobre el oeste del territorio, especialmente en la región de Cuyo, se prevén acumulados por debajo de los promedios históricos, configurando un escenario deficitario.
Esta reducción de las lluvias puede ser favorable para algunos sectores que venían con exceso hídrico, especialmente en la provincia de Buenos Aires, donde los suelos presentan saturación tras un invierno muy lluvioso. La normalización progresiva de las precipitaciones contribuiría a mejorar las condiciones agrícolas y permitiría retomar actividades de campo en zonas afectadas por el exceso de humedad.
Temperaturas en aumento y riesgo de olas de calor
Además del cambio en el régimen de lluvias, octubre se perfila como un mes con temperaturas elevadas en gran parte del país. Según el modelo europeo, la tendencia térmica se muestra claramente superior a los valores normales, especialmente en el oeste argentino. Esta región, que también registrará menores lluvias, será el núcleo más cálido del país durante las próximas semanas.
En el NEA, el Litoral y la provincia de Buenos Aires, las temperaturas también estarán por encima de los promedios, aunque en menor medida. Por su parte, la Patagonia experimentará un comportamiento similar, con marcas térmicas superiores a las normales para la época, lo que confirma un panorama general de mayor calor en casi todo el territorio nacional.
La combinación entre déficit hídrico y temperaturas elevadas podría favorecer la recurrencia de picos térmicos importantes o incluso la aparición de olas de calor tempranas, especialmente en zonas áridas y semiáridas del oeste y centro argentino. Este escenario requerirá especial atención en el sector agropecuario, donde el estrés térmico y la falta de humedad en el suelo podrían impactar en el desarrollo de los cultivos y la disponibilidad de agua para la ganadería.
Un octubre con contrastes marcados
En síntesis, el mes de octubre se presenta con contrastes bien definidos: una reducción general de las lluvias, con valores normales hacia el este y déficit en el oeste, junto con un aumento sostenido de las temperaturas en casi todo el país. Este patrón climático marca un quiebre respecto a los meses anteriores y podría consolidarse a medida que avance la influencia de La Niña.
Si bien para algunas zonas agrícolas del centro y norte argentino la menor frecuencia de lluvias podría representar un desafío, en otras regiones, como el sur del Litoral y la provincia de Buenos Aires, esta estabilización permitirá mejorar las condiciones del terreno y facilitar las labores de siembra y manejo del suelo.
El seguimiento de los próximos pronósticos mensuales será clave para confirmar si esta tendencia hacia condiciones más secas y cálidas se mantiene en noviembre y diciembre, meses decisivos para la planificación de la campaña agrícola de verano.