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Semillas al infinito: el maní argentino despega rumbo a la Estación Espacial Internacional

Desde los campos cordobeses hasta la órbita terrestre, un proyecto liderado por la CONAE busca analizar el comportamiento de semillas de maní en condiciones espaciales extremas, con el objetivo de potenciar cultivos en entornos adversos.

4 de Agosto de 2025

 Un pequeño tesoro cordobés viaja por estos días a más de 400 kilómetros de la Tierra, flotando en órbita dentro de la Estación Espacial Internacional (EEI). Se trata de semillas de maní argentinas, cuidadosamente seleccionadas y preparadas para enfrentar las extremas condiciones del espacio exterior: microgravedad, radiación y temperaturas extremas. Pero no están solas. Las acompaña un ambicioso proyecto científico internacional, liderado por la CONAE y con el apoyo de la NASA, SpaceX y la empresa Jaguar Space, que promete abrir nuevas fronteras para la agricultura del futuro.

El experimento partió el 1 de agosto de 2025 desde Cabo Cañaveral, Florida, a bordo de la cápsula Crew Dragon, tripulada y con rumbo a la EEI. En su interior, las semillas argentinas viajan dentro de un complejo sistema de conservación desarrollado por BioServe Space Technologies, de la Universidad de Colorado, que simula condiciones extremas para estudiar cómo se comportan estos cultivos clave para el país fuera de nuestro planeta.

¿El objetivo? Saber si es posible cultivar maní -un superalimento por su valor nutricional y comercial- en entornos tan hostiles como el espacio, y aprovechar ese conocimiento para enfrentar desafíos productivos aquí en la Tierra, donde muchas regiones también sufren condiciones adversas.

Una misión científica con sabor a maní

La iniciativa forma parte del programa "Espacio para la Agricultura y Agricultura para el Espacio", impulsado por Jaguar Space, que busca promover la participación de países emergentes en el desarrollo de tecnología agrícola con proyección espacial. Argentina se suma con su proyecto Exploración y Tecnología para el Avance de la Agricultura Espacial, liderado por el Instituto Gulich (CONAE/UNC) y la Facultad de Ciencias Agropecuarias de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), con el apoyo de instituciones productivas como la Cámara Argentina del Maní y la Fundación Maní Argentino.

La misión tiene además una impronta global: equipos científicos de Brasil, Costa Rica, Guatemala, India, Maldivas y Kenia también participan en esta aventura espacial con fines agrícolas, en una colaboración inédita que combina innovación, diversidad y cooperación internacional.

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De la órbita a los campos

Las semillas permanecerán una semana en órbita, y luego regresarán a la Tierra en un vuelo de carga especial. Ya de vuelta, serán trasladadas a Córdoba, donde especialistas de la FCA/UNC, con asistencia técnica de la CONAE, realizarán análisis genéticos para evaluar cómo impactó el viaje en su estructura y potencial de desarrollo.

Los resultados permitirán avanzar en estrategias de adaptación de cultivos en ambientes extremos: desde futuras bases lunares o marcianas, hasta zonas de nuestro propio país con restricciones hídricas, térmicas o de suelo.

Ciencia, tecnología y orgullo nacional

Este proyecto no solo habla de ciencia, sino también de identidad. El maní, cultivo emblemático de Córdoba y símbolo del potencial agroindustrial argentino, hoy se convierte en protagonista de una misión de vanguardia que combina innovación, conocimiento local y proyección global.

Así, mientras las semillas giran en silencio alrededor del planeta, un equipo multidisciplinario en tierra espera expectante los datos de este singular experimento. Porque, a veces, para transformar el campo, hay que mirar más allá del cielo.

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