Turquía cerró sus mercados ganaderos tras un brote de fiebre aftosa
La detección de un nuevo serotipo de fiebre aftosa llevó al Gobierno turco a suspender ferias y limitar el movimiento animal. Productores locales y exportadores internacionales temen impactos económicos.
El Gobierno de Turquía ordenó el cierre total de todos los mercados ganaderos del país luego de confirmar un brote de fiebre aftosa, provocado por un nuevo serotipo altamente contagioso del virus. La medida fue anunciada por el Ministerio de Agricultura y Silvicultura, que también dispuso la prohibición del movimiento de animales en zonas afectadas y el inicio de una campaña nacional de vacunación intensiva.
El brote se vio acelerado por el alto movimiento de ganado que se registró durante la reciente festividad de Eid al-Adha, celebrada entre el 5 y el 9 de junio. Durante esos días, la compraventa de animales se intensificó notablemente en todo el país, lo que, según las autoridades, favoreció la rápida dispersión del virus. La situación se agravó con la detección del serotipo SAT1, una variante poco frecuente en la región, que obligó al desarrollo urgente de una nueva vacuna específica.
El ministro de Agricultura, Ibrahim Yumakl, explicó que la vacuna ya se está aplicando en todo el territorio y que el cierre de los mercados será temporal, hasta completar la inmunización del rodeo nacional. También aseguró que no existe riesgo para los consumidores, ya que la fiebre aftosa no afecta a los humanos y los productos animales, incluso en zonas de brote, pueden ser consumidos de forma segura.
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La medida, aunque sanitaria, tuvo un impacto inmediato en la actividad ganadera local. Productores de provincias clave como Konya, Manisa, Van y Düzce reportaron un freno abrupto en sus operaciones cotidianas. Algunos consignatarios señalaron que los precios se elevaron en las últimas semanas ante la escasez de oferta en los puntos de venta, pero advierten que, si el cierre se extiende más allá de julio, las pérdidas podrían ser significativas, especialmente para los pequeños y medianos ganaderos.
El efecto del brote turco trasciende sus fronteras. Turquía es uno de los principales compradores de ganado en pie proveniente de América del Sur, sobre todo de países como Brasil, Uruguay y Colombia. Desde el sector exportador advierten que, si se mantiene el cierre de mercados, la sobreoferta de animales que ya no ingresen a ese destino buscará colocarse en otros países, presionando los precios internacionales a la baja. Juan Gonzalo Botero, expresidente de la Asociación de Exportadores de Ganado en Colombia (Aexgan), alertó que más de un millón de cabezas podrían quedar sin colocación.
Desde fuentes oficiales turcas explicaron que la vacunación contra la fiebre aftosa en el país ya había logrado una reducción del 80% de los casos entre 2023 y 2024. Sin embargo, el surgimiento del nuevo serotipo SAT1 revirtió parcialmente ese logro, obligando a adoptar medidas excepcionales para evitar la diseminación nacional del virus. En paralelo al cierre de mercados, se intensificaron los controles en rutas ganaderas, la vigilancia en campos, y se desplegaron equipos sanitarios en las zonas rurales más comprometidas.
Aunque las autoridades insisten en que el suministro interno de carne y lácteos está garantizado gracias a las reservas frigoríficas y a la red logística local, lo cierto es que el brote encendió alarmas sanitarias y económicas. El sector ganadero representa más del 20% del producto agrícola turco y cualquier interrupción sostenida podría afectar al conjunto de la cadena agroalimentaria.
El Ministerio confirmó que las restricciones se levantarán de forma progresiva, a medida que avance la vacunación y disminuyan los riesgos de contagio. Por ahora, el país se encuentra en estado de vigilancia intensiva, con el objetivo de contener el brote antes de que afecte su estatus sanitario internacional y la continuidad de sus exportaciones.
Si bien Turquía ya ha enfrentado brotes similares en el pasado, la aparición de un nuevo serotipo plantea un desafío epidemiológico mayor, con posibles implicancias en el comercio regional de carne y ganado.