REGIÓN NÚCLEO

El frío salvó la campaña triguera: el rinde apunta alto

Con el ingreso de aire polar y el cambio de patrón atmosférico, se reactivó la siembra de trigo en las zonas más complicadas del centro y norte de la región pampeana. A días del cierre de la ventana óptima, técnicos y productores afirman que se alcanzará casi la totalidad del área prevista.

27 de Junio de 2025

 Hasta hace solo una semana, unas 300.000 hectáreas de trigo estaban en serias dudas de poder sembrarse en la región núcleo. Sin embargo, la entrada de una masa de aire frío y seco durante los últimos días cambió drásticamente el escenario. El descenso térmico frenó las lluvias, consolidó el piso de los lotes y permitió avanzar con las sembradoras. En apenas dos días -entre el lunes 23 y martes 24 de junio- se reactivó la siembra en zonas clave como el noreste bonaerense y el sudeste santafesino, sumando unas 250.000 hectáreas, informó la Bolsa de Comercio de Rosario. .

Según el relevamiento de la entidad, restan por sembrar unas 240.000 hectáreas, lo que representa solo un ajuste de 50.000 ha respecto del área de intención original de 1,6 millones. Así, la campaña lograría cubrir casi el 97% de lo planificado, algo que hasta hace pocos días parecía muy difícil.

Zonas en recuperación

En el noreste bonaerense, donde persisten los mayores retrasos, se estima que falta sembrar un 70%. Sin embargo, técnicos en Colón y Baradero afirman que se podrá completar lo previsto, aunque en algunos casos fuera de la ventana óptima. En General Pinto, ya se cubrió el 85% del área, mientras que en el centro-sur de Santa Fe y zonas como Aldao, la siembra está prácticamente terminada.

En la franja oeste, el panorama es aún más alentador. En localidades como Corral de Bustos y Marcos Juárez, las tareas están concluidas y los trigos emergen en buen estado, beneficiados por la humedad acumulada y el clima más estable.

¿Campaña récord en puerta?

Las condiciones actuales hacen pensar en una campaña de alta productividad. Hay tres factores clave que impulsan ese optimismo: 

El cumplimiento casi total del área de intención.

Muy buenos niveles de humedad en el primer metro de suelo.

Una apuesta decidida por tecnología media a alta.

La humedad del perfil, comparable con los años récord 2021 y 2017, refuerza las expectativas. En esas campañas se alcanzaron rendimientos promedios de 47,3 y 44,6 qq/ha, respectivamente. Este año, los técnicos estiman que se podría aspirar incluso a superar los 50 qq/ha, especialmente por la inversión realizada en fertilización inicial.

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Fuerte apuesta tecnológica

Las estrategias de fertilización marcan un cambio respecto de años anteriores. Se invirtió más al momento de la siembra, con aplicaciones de más de 200 kg/ha de urea en muchos casos. Las dosis llegaron hasta los 300 kg/ha, como parte de una estrategia para apuntar a techos de rendimiento elevados.

"Se le ha puesto toda la música al trigo", resumen los técnicos de Aldao, aludiendo a la fuerte inversión en insumos y manejo.

Sin embargo, también advierten que la suba reciente en el precio de la urea -entre 70 y 80 u$s/tn- genera preocupación, especialmente de cara a la refertilización. El impacto será mayor sobre el maíz de la próxima campaña, dado que para el trigo, la mayoría de las aplicaciones se concentraron al inicio.

Rentabilidad: alta tecnología vs baja tecnología

Un modelo de alta tecnología, con 300 kg de urea y 100 kg de MAP, buscando un rendimiento de 55 qq/ha, arroja márgenes positivos de 165 u$s/ha en campo propio, aunque se reducen a 25 u$s/ha en campo alquilado. En cambio, un esquema de baja tecnología, con 200 kg de urea y 50 kg de MAP, y un objetivo de 35 qq/ha, apenas deja 68 u$s/ha en campo propio y una pérdida de -96 u$s/ha en campo alquilado.

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