Suelos protegidos: sistematización en Entre Ríos reduce hasta un 70 % las pérdidas por erosión
Con el foco puesto en conservar el recurso suelo y mejorar la capacidad productiva de los sistemas agropecuarios, en Entre Ríos se lleva adelante un ambicioso plan de sistematización a escala de cuenca que ya muestra resultados contundentes.
Con el foco puesto en conservar el recurso suelo y mejorar la capacidad productiva de los sistemas agropecuarios, en Entre Ríos se lleva adelante un ambicioso plan de sistematización a escala de cuenca que ya muestra resultados contundentes. Esta iniciativa será presentada este lunes 29 de julio en la Jornada Regional de Suelos que se realiza en Paraná.
El proyecto tiene como eje la sistematización de la Cuenca del Arroyo Gómez, en el departamento Diamante, e incluye el diseño y ejecución de terrazas de evacuación y canales colectores con el objetivo de reducir la erosión hídrica, mejorar la infraestructura vial rural y fortalecer la sostenibilidad de las actividades agropecuarias.
Según explicó Jorge Gvozdenovich, referente de conservación de suelos del INTA Entre Ríos y coordinador técnico de la iniciativa, los resultados ya son evidentes: "Implementar un plan de sistematización a nivel de cuenca logra reducir la pérdida de suelo de 17 a 4,6 toneladas por hectárea por año". Además, evita cada año la pérdida de 2.219 toneladas de maíz, 482 toneladas de trigo y 381 toneladas de soja, con un impacto directo en la productividad regional.
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Un enfoque integral
El área de intervención abarca 7.679 hectáreas entre las localidades de Libertador San Martín y General Racedo, una región naturalmente propensa a la erosión hídrica por sus suelos con baja capacidad de infiltración, fuertes pendientes y lluvias intensas en cortos períodos. "A esto se suma el uso agrícola sin prácticas conservacionistas, lo que profundiza la pérdida de suelo fértil y genera daños a la infraestructura vial rural", detalló Gvozdenovich.
La propuesta tiene una mirada de largo plazo: no se trata solo de reducir la erosión, sino de integrar la conservación del suelo con el ordenamiento territorial y la mejora de la calidad de vida en el medio rural. "Es un enfoque integral que articula el trabajo de universidades, municipios, organismos provinciales, cooperativas y productores para lograr soluciones reales y sostenibles", afirmó el técnico.
Planificación adaptada al terreno
Una de las claves del proyecto es la planificación detallada basada en datos del territorio. Para ello se elaboraron mapas de suelos, curvas de nivel con equidistancia de 0,5 metros y una división precisa en subcuencas, lo que permite adaptar las intervenciones a la topografía local.
La sistematización de suelos se consolida así como una herramienta estratégica para cuidar el capital natural, mejorar la infraestructura productiva y garantizar la sustentabilidad a largo plazo de los sistemas agrícolas en regiones vulnerables como Entre Ríos.