El mapa del tesoro

Doble beneficio: más eficiencia y precios diferenciales

Un nuevo estudio muestra que medir las emisiones de manera local puede mejorar la eficiencia en el uso de fertilizantes y abrir la puerta a precios diferenciales.

16 de Septiembre de 2025

El óxido nitroso (NO) es un gas de efecto invernadero que en la agricultura se genera principalmente a partir del uso de fertilizantes nitrogenados, cuando parte del nitrógeno no es aprovechado por los cultivos y se libera al ambiente.

Hasta este nuevo estudio, solo se conocía cuántos fertilizantes nitrogenados se aplicaban a nivel país en conjunto, pero no su distribución por provincias ni por cultivos. La investigación publicada en la Revista de la Ciencia del Suelo, fruto del trabajo conjunto entre el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires (FAUBA) y la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca, permitió desagregar esa información y mostró que la mayor parte del nitrógeno se aplica en Buenos Aires (36,7 %), Córdoba (26,3 %), Santa Fe (12 %) y Entre Ríos (7,3 %). En cuanto a los cultivos, el maíz concentra el 33,9 % del uso de nitrógeno y el trigo el 23,3 %, seguidos por otros con menor participación.

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Factores locales y beneficios para el productor

Con esa base, los investigadores recopilaron datos de ensayos de campo donde se midieron directamente las emisiones de NO. El análisis demostró que los factores internacionales tienden a sobrestimar las emisiones en sistemas argentinos, mientras que los ensayos locales reflejan valores más bajos y realistas.

El docente de Manejo y Conservación de Suelos en la FAUBA, Sebastián Vangeli, en comunicación con Revista Chacra lo explicó con claridad: "Desde lo comercial puede llegar a tener un impacto clave. Si calculamos la huella de carbono de una manera más exacta, los productores tal vez empiecen a acceder a precios diferenciales; de lo contrario, corremos el riesgo de sobreestimar las emisiones."

Según Vangeli, este tipo de avances ofrece una ventaja concreta: "Para los productores, el beneficio es doble. Por un lado, la posibilidad de optimizar el uso de fertilizantes y reducir pérdidas de nitrógeno; y por otro, la oportunidad de acceder a precios diferenciales en mercados que valoran una huella de carbono más precisa y confiable."

Así, la investigación no solo contribuye a un inventario nacional más robusto, sino que también genera ventajas directas para la producción y la comercialización agrícola.