Avance científico

Cómo responde la alfalfa al estrés salino y qué significa para la ganadería

Un estudio de INTA y el Instituto Max Planck reveló mecanismos metabólicos que permiten a la alfalfa adaptarse a suelos salinos.

2 de Octubre de 2025

 La alfalfa, reconocida por su calidad nutritiva y su capacidad de fijar nitrógeno en el suelo, fue el eje de un estudio del INTA-Conicet Córdoba junto al Instituto Max Planck de Alemania, que analizó cómo reacciona esta forrajera frente a la salinidad. El trabajo, publicado en la prestigiosa Journal of Experimental Botany, permitió identificar respuestas metabólicas tempranas que podrían aprovecharse para el desarrollo de cultivos más resilientes y para nuevas estrategias de manejo agronómico.

Los investigadores observaron la activación de una proteína reguladora, la SnRK1, que responde con ondas ante los primeros signos de estrés salino. Este mecanismo permite reorganizar el metabolismo de la planta para enfrentar el ambiente hostil. Sin embargo, también se detectó un desbalance en la relación entre la sacarosa, fuente de energía y señal de crecimiento, y su regulador, la trealosa-6-fosfato (Tre6P). La desregulación refleja un colapso en la señalización energética, comparable a una situación "diabética" en el tejido vegetal.

"Identificar estos mecanismos en las primeras horas del estrés es fundamental, porque es ese momento el que define si la planta logra adaptarse o no", explicó Marianela Rodríguez, especialista del INTA y líder de la investigación.

El hallazgo no sólo aporta al conocimiento científico, sino que también tiene implicancias directas para la producción. La salinización afecta millones de hectáreas en el mundo, incluidas zonas agrícolas de la Argentina, poniendo en riesgo la estabilidad de los sistemas forrajeros. Conocer las respuestas metabólicas tempranas abre la puerta a mejorar el manejo agronómico y a desarrollar bioestimulantes o variedades adaptadas, sin depender exclusivamente de transgénicos.

¿Por qué es importante la alfalfa para la ganadería?

La alfalfa es la forrajera de mayor valor nutricional en los sistemas ganaderos. Su alto contenido de proteína y su perfil de aminoácidos de calidad la convierten en un insumo fundamental. Al mismo tiempo, aporta fibra efectiva de alta calidad, que estimula la rumia, la masticación y la salivación, favoreciendo la digestión y el equilibrio ruminal.

Desde el punto de vista agronómico, fija nitrógeno atmosférico, lo que permite producir grandes volúmenes de forraje sin necesidad de fertilización nitrogenada, siempre que los suelos estén en condiciones adecuadas. Además, mejora la estructura del suelo, incrementa la infiltración de agua y reduce la erosión.

En conjunto, estas cualidades hacen de la alfalfa un recurso estratégico para la producción de carne y leche, por su aporte a la nutrición animal y a la sustentabilidad de los sistemas pastoriles. Por eso, comprender cómo enfrenta la salinidad resulta clave: garantiza que esta forrajera continúe sosteniendo a la ganadería aun en ambientes cada vez más desafiantes.