Cierre de frontera: el comercio de ganado mexicano con EE.UU. podría extenderse hasta 2026
La detección de un nuevo caso del gusano barrenador cerca de la frontera retrasa la reapertura del comercio de ganado vivo. Los productores mexicanos alertan sobre pérdidas millonarias y un impacto duradero en la industria.
La detección de un nuevo caso del gusano barrenador cerca de la frontera estadounidense complica la reapertura de importaciones y genera pérdidas millonarias para el sector ganadero mexicano.
El comercio de ganado vivo entre México y Estados Unidos enfrenta un escenario de incertidumbre tras la reciente detección de un caso del gusano barrenador del ganado a menos de 120 kilómetros de la frontera. La situación pone en riesgo la reapertura proyectada por el USDA para noviembre de 2025 y podría extender la suspensión de importaciones hasta 2026, según advierten especialistas y productores mexicanos.
Desde mayo de 2025, Estados Unidos suspendió las importaciones de ganado mexicano argumentando riesgos sanitarios derivados de la plaga, afectando principalmente terneros y vaquillonas destinadas a corrales de engorde. Hasta la fecha, se estima que México ha dejado de exportar unas 650.000 cabezas de ganado, con pérdidas económicas aproximadas de 1.300 millones de dólares, según datos del Consejo Nacional Agropecuario.
Aunque algunos puertos fueron reabiertos parcialmente este año, la reapertura completa depende del cumplimiento de estrictos protocolos de vigilancia sanitaria. La aparición del nuevo caso en Sabinas Hidalgo, Nuevo León, ha generado alarma en EE.UU., que insiste en que no reabrirá completamente hasta contar con garantías de que el gusano no representa riesgo para su ganado.
Ganaderos mexicanos plantean la necesidad de aplicar la restricción sanitaria de manera regionalizada, limitándola a zonas con brotes activos, mientras que autoridades estadounidenses exigen una cobertura total y monitoreo exhaustivo para garantizar la seguridad de su industria.
Expertos del sector advierten que, de no normalizarse el comercio en el corto plazo, las exportaciones de ganado mexicano hacia EE.UU. podrían mantenerse en "cero" durante todo 2026, lo que profundizaría la crisis generada por la mosca bichera y complicaría la recomposición de las existencias ganaderas nacionales.
El caso reciente evidencia la fragilidad de la cadena de exportación y la necesidad de reforzar la vigilancia y los protocolos sanitarios en el norte del país. Hasta ahora, México asegura cumplir con la revisión de trampas cada tres o cuatro días, de acuerdo con los acuerdos con el USDA, mientras que Estados Unidos observa de cerca la evolución de los brotes antes de autorizar nuevas importaciones.
La situación mantiene al sector ganadero en alerta máxima y plantea un desafío político y económico para ambos países, en medio de una relación comercial estratégica y compleja que involucra millones de dólares y decenas de miles de empleos.