Argentina logra, por primera vez, la apertura de cuatro mercados andinos para ovas de trucha arcoíris
Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú autorizaron el ingreso de ovas embrionadas de trucha arcoíris producidas en Argentina. El acuerdo representa un hito para los productores patagónicos y amplía las oportunidades de exportación regional.
Argentina concretó por primera vez la apertura simultánea de cuatro nuevos mercados internacionales para la exportación de ovas embrionadas de trucha arcoíris (Oncorhynchus mykiss). Se trata de Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú, países que integran la Comunidad Andina de Naciones (CAN) y que aprobaron los requisitos sanitarios para el ingreso de este producto argentino mediante la Resolución 2530 de su Secretaría General.
El logro fue posible gracias al trabajo conjunto entre el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca del Ministerio de Economía, y el Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto. Esta apertura marca un precedente histórico para el país, ya que se trata de la primera vez que se habilita la exportación de ovas de trucha arcoíris a mercados externos.
Las gestiones comenzaron en 2024, con un intercambio técnico entre el Senasa y la CAN que incluyó la presentación de documentación sanitaria y una auditoría presencial a establecimientos productores de ovas en junio pasado. Este proceso permitió verificar los estándares de bioseguridad y trazabilidad aplicados en las plantas patagónicas.
Además del reconocimiento sanitario, el nuevo acuerdo reduce los costos logísticos para los productores nacionales gracias a la cercanía geográfica con los países andinos, lo que facilita la consolidación de un comercio intrarregional competitivo.
Argentina cuenta con una zona libre de enfermedades de notificación obligatoria que afectan a los salmónidos, reconocida por la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA). Dicha área abarca la cuenca alta y media del río Limay hasta el embalse Piedra del Águila, en Neuquén y Río Negro, donde se concentra la producción de ovas.
Este estatus sanitario, sostenido por un sistema de control sin uso de antimicrobianos ni vacunas, garantiza productos de calidad premium y posiciona a la Patagonia como un polo estratégico en la genética de salmónidos.
Con esta apertura, el país fortalece su inserción en el comercio internacional acuícola, ampliando las oportunidades de desarrollo para un sector que combina innovación, sanidad y sustentabilidad.