Descubren cómo las plantas activan su mecanismo de ahorro de agua durante la sequía
Identifican un sensor en los cloroplastos que desencadena la hormona del cierre estomático, clave para conservar agua y resistir la sequía.
Cuando la sequía aprieta y la radiación solar se intensifica, las plantas no se rinden: activan un sofisticado sistema interno para conservar agua. Investigadores del Centro de Estudios de Organismos (COS) de la Universidad de Heidelberg descubrieron que un complejo proteico en los cloroplastos, el complejo cisteína sintasa (pCSC), actúa como un auténtico sensor molecular del estrés hídrico.
Este complejo recibe y traduce señales químicas procedentes del suelo, como el sulfato y el péptido CLE25, que viajan desde las raíces hasta las hojas cuando el terreno comienza a secarse. Estas señales activan en las células oclusivas una cascada de reacciones que culmina con la producción de ácido abscísico (ABA), la hormona vegetal responsable del cierre de los estomas, reduciendo así la pérdida de agua por transpiración.
El estudio, publicado en la revista Nature Communications, demuestra que el metabolismo de los cloroplastos no solo produce energía y compuestos básicos mediante la fotosíntesis, sino que también responde activamente a señales de estrés para optimizar la respuesta de la planta ante condiciones adversas. "Cuando el complejo de cisteína sintasa se activa por una de estas señales, estimula la biosíntesis de ABA y asegura el cierre de los poros de las hojas. De esta manera, la planta conserva agua", explicaron el Prof. Dr. Rüdiger Hell y el Dr. Markus Wirtz, del grupo de Biología Molecular de las Plantas del COS.
Gracias a estas investigaciones, los científicos lograron modificar genéticamente plantas de Arabidopsis para que resistan mejor la deshidratación sin afectar su crecimiento. El avance abre la puerta al diseño de cultivos más resilientes al cambio climático, capaces de soportar períodos prolongados de sequía sin comprometer su productividad.
La investigación contó con la colaboración de la Universidad Agrícola de Nanjing (China) y el apoyo de la Fundación Alemana de Investigación.