Bodega Norton se presentó en concurso preventivo de acreedores
La histórica bodega mendocina solicitó la apertura de un concurso preventivo de acreedores. La decisión busca garantizar la continuidad de las operaciones y preservar los puestos de trabajo, en un contexto de fuerte caída del consumo interno y las exportaciones de vino.
En una decisión que sacudió al sector vitivinícola, Bodega Norton anunció su presentación en concurso preventivo de acreedores. La compañía, fundada en 1895 en Luján de Cuyo, Mendoza, explicó que la medida tiene como objetivo "asegurar los puestos de trabajo y la continuidad de la operación", en un contexto que calificó de "desafiante para la industria vitivinícola tanto a nivel local como internacional".
Según comunicó la empresa a través de un mensaje firmado por su CEO, Tomás Lange, la decisión responde a la necesidad de "ordenar la estructura financiera y operativa" de una de las bodegas más emblemáticas del país, reconocida por su presencia en más de 70 mercados internacionales.
La noticia se da en medio de un escenario adverso para el sector. De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV), entre enero y septiembre de 2025 las ventas de vino al mercado interno cayeron un 2,5 %, mientras que las exportaciones se redujeron en torno al 6,3 %. A esto se suman los elevados costos de producción, la inflación y la pérdida de competitividad cambiaria que golpean a toda la cadena.
De símbolo del vino argentino al desafío financiero
Con más de 125 años de historia y considerada una de las bodegas líderes del país, Norton enfrenta una compleja situación económica. La empresa arrastra pasivos financieros y comerciales estimados en unos 30 millones de dólares o su equivalente en pesos. Además, en los últimos meses se habrían registrado más de un centenar de cheques rechazados, lo que evidencia las dificultades para afrontar compromisos con proveedores y contratistas.
El impacto de esta situación trasciende las puertas de la bodega: productores asociados, viñateros, transportistas y empresas de servicios vinculadas a la vitivinicultura podrían verse afectados por el proceso de reestructuración, generando un efecto dominó dentro de la cadena productiva mendocina.
Una señal de alerta para el sector
Analistas del sector coinciden en que la presentación de una firma tan consolidada como Bodega Norton es una señal de alarma para toda la industria. La caída del consumo interno, la competencia externa, el incremento de los costos logísticos y energéticos, y las restricciones financieras están poniendo en jaque incluso a los actores más fuertes del mercado.
"El concurso preventivo busca ganar tiempo para reestructurar de manera ordenada la deuda y proteger la continuidad de la empresa", señalaron fuentes allegadas a la compañía. Desde Norton enfatizaron que las operaciones seguirán con normalidad, manteniendo su compromiso con clientes, empleados y proveedores.
Un emblema en transición
Fundada hace más de un siglo por el ingeniero inglés Edmund James Palmer Norton, la bodega se convirtió en un símbolo del vino argentino. Propiedad del grupo austríaco Swarovski desde 1989, su nombre es sinónimo de tradición, innovación y presencia internacional. Sin embargo, el complejo contexto actual obliga a repensar estrategias. Mientras avanza el proceso judicial del concurso preventivo, el desafío será sostener la producción, mantener los empleos y recuperar la confianza de los mercados, en un momento en que el vino argentino busca reconquistar consumidores dentro y fuera del país.