La oferta mundial de carne vacuna se reduce temporalmente y arroja un panorama alcista para los precios
La producción mundial de carne vacuna registra una baja temporal en las principales regiones productoras, mientras la demanda asiática continúa en expansión. Este equilibrio tensionado anticipa precios firmes y mayores márgenes para los ganaderos.
La producción global de carne vacuna atraviesa un período de contracción temporal en las principales regiones productoras, mientras la demanda sigue creciendo en Asia, especialmente en China, Vietnam, Malasia y Filipinas. Este escenario abre una ventana favorable para los productores y promete sostener los precios internacionales durante los próximos meses.
Según el último informe del banco holandés Rabobank, la producción mundial de carne vacuna aumentó un 5,5 % en los últimos cinco años, pero se espera una caída temporal hacia finales de 2025 debido a reducciones en Estados Unidos, Brasil y Europa. Esta menor disponibilidad de oferta tendería a respaldar los precios del ganado y de la carne, trasladando los márgenes hacia los productores. La entidad anticipa que los niveles de producción comenzarán a recuperarse más adelante, impulsados por mejoras genéticas y un mayor peso de las canales.
El comercio mundial de carne vacuna mantendrá un crecimiento sostenido durante la segunda mitad de la década, motorizado por el aumento del consumo en Asia. Brasil se consolida como actor central en este proceso, con exportaciones que pasaron de 2,3 millones de toneladas en 2019 a 3,6 millones en 2024, gran parte destinadas al mercado chino. En este contexto, América del Sur se posiciona como una región clave para abastecer la creciente demanda, pese a los desafíos que plantea la volatilidad de los precios y las tensiones comerciales globales.
El informe advierte que la incertidumbre seguirá siendo un factor determinante. Las variaciones en la producción, los brotes sanitarios y las tensiones geopolíticas seguirán afectando la dinámica del mercado, por lo que los países exportadores deberán adaptarse a condiciones cambiantes en materia de comercio y acceso a mercados. Para Argentina, este panorama representa tanto un desafío como una oportunidad: la retracción de la oferta global podría fortalecer su competitividad, siempre que logre consolidar la eficiencia productiva y mantener los estándares de calidad que demandan los principales destinos internacionales.
En síntesis, el mercado mundial de carne vacuna entra en una fase de precios sostenidos impulsada por la menor oferta y la firme demanda asiática, en un contexto de creciente complejidad comercial que exigirá estrategias cada vez más precisas por parte de los exportadores.