Pronóstico quincenal

Diciembre arranca seco y caluroso, pero las lluvias volverán en la segunda semana del mes

La primera mitad de diciembre se perfila con dos semanas opuestas en materia de lluvias y temperaturas, con un inicio seco y caluroso, pero con el rápido retorno de las lluvias para la segunda semana del mes.

3 de Diciembre de 2025

Durante el inicio del mes de diciembre se consolida un patrón típico de un evento La Niña, con precipitaciones inferiores a los promedios normales sobre todo el margen este del país, incluyendo el Litoral, la región Pampeana y parte del centro. En el oeste, en cambio, la tendencia se muestra más cercana a los parámetros normales o incluso con valores por encima de las medias climatológicas. Este comportamiento general, sin embargo, puede subdividirse dentro de la primera quincena. El especialista de Meteored, Leonardo De Benedictis, nos cuenta cómo estará el clima durante la primera quincena de diciembre.

El análisis a corto y mediano plazo permite dividir esta primera parte del mes en dos segmentos: los próximos siete días, y luego la perspectiva de 8 a 14 días. Esto facilita vigilar la evolución de las precipitaciones y las temperaturas en un período clave para el sector productivo y la planificación agropecuaria.

En la primera semana, entre el lunes 1 y el domingo 7 de diciembre, predominarán las condiciones más estables, con baja humedad y viento norte persistente, favoreciendo un marcado aumento térmico. Las precipitaciones quedarán mayormente por debajo de los promedios, con un comportamiento deficitario sobre gran parte del este del país. Tras las lluvias del último fin de semana de noviembre, la atmósfera se estabiliza y da paso a una secuencia más seca.

Primera semana: estabilidad, calor en aumento y lluvias deficitarias

La circulación del viento norte será uno de los elementos principales de la semana. Desde el martes 2 se observa una masa de aire más seca, con poca disponibilidad de humedad y condiciones propicias para jornadas con cielo mayormente despejado. Este patrón contribuye a un ascenso progresivo de la temperatura, que será marcado entre jueves y sábado.

Las temperaturas se presentarán ampliamente por encima de los promedios estacionales en la zona central y el norte del país. Incluso la región patagónica mostrará registros superiores a lo habitual, en una señal clara del fortalecimiento del flujo cálido del sector norte. Este comportamiento térmico será generalizado, abarcando prácticamente todo el territorio nacional.

Respecto de las precipitaciones, la semana mostrará un marcado déficit. Salvo el noroeste argentino, única región con lluvias superiores a los promedios normales, el resto del país quedará por debajo de los valores medios. Un área adicional que podría registrar lluvias algo superiores a lo normal es el sudoeste de la región Pampeana, incluyendo La Pampa y el sur-sudoeste de la provincia de Buenos Aires. Más al norte, el Litoral, noreste, el norte de la región pampeana, junto con Uruguay, Brasil y Paraguay, se mantendrán deficitarios.

Segunda semana: un giro hacia condiciones húmedas y activas

A partir del lunes 8 y hasta el domingo 14 de diciembre, el escenario cambia de manera significativa. La tendencia indica una semana más activa, con precipitaciones por encima de los valores normales en gran parte del país. Este incremento en la inestabilidad abarcará Argentina, Uruguay, el sur de Brasil y Paraguay.

El único sector que, por ahora, mantendría lluvias por debajo de los valores medios es el extremo noreste argentino. Según la proyección del modelo del Centro Europeo (ECMWF), Misiones, Corrientes, el norte de Santa Fe, el este de Chaco y el este de Formosa serían las únicas áreas con acumulados inferiores a los promedios dentro del cono sur. Esta anomalía se extiende hacia el extremo sur de Brasil, completando el único núcleo seco de la segunda semana.

Este comportamiento contrasta con el escenario nacional general, donde prevalecerán precipitaciones superiores a la climatología durante este período. Será necesario continuar monitoreando la evolución diaria, especialmente por la marcada transición entre una primera semana estable y cálida y una segunda semana mucho más activa.