Concentrarse en un nicho
Producir para un segmento del mercado puede ser un buen negocio si se conoce la demanda. Tomates negros, salsifi, coliflor romanesco y otras rarezas son la especialidad de estos productores.
Producir para un nicho determinado es una forma de trabajo que adoptan muchos horticultores que conocen el mercado y sus requerimientos. A veces, se apunta a un mercado reducido que demanda productos muy especiales, y otras se elige una forma de producción que cubra las demandas de un público exigente. En el caso del establecimiento La Anunciación, la apuesta es doble, ya que trabajan sus 18 hectáreas en Abasto (La Plata) en forma orgánica y ofrecen variedades exóticas como salsifi, escorzonera, tomates negros y coliflor romanesco, entre muchas otras.
Esta huerta nació hace 24 años de la mano de Mariana del Pino y Eduardo Ciancia con el objetivo de ofrecer a los consumidores verduras de alto consumo y alta frecuencia de compra, pero producidas en forma orgánica. “Los responsables de La Anunciación somos representantes de la filosofía orgánica, y especialistas en la producción y comercialización hortícola y orgánica”, reafirma Mariana, “Estamos a cargo de la producción en la huerta, desarrollamos e investigamos diferentes prácticas orgánicas y también participamos en diferentes instituciones que fomentan la investigación, la producción y el consumo de los alimentos ecológicos”. En este sentido, el establecimiento cuenta con la certificación de Food Safety.
La agricultura orgánica es un sistema productivo que promueve la salud de los suelos, los ecosistemas y las personas, respetando los ciclos naturales de producción y rechazando el uso de insumos de origen químico. Los adeptos a esta forma de vida subrayan los beneficios del consumo de alimentos orgánicos: tienen mejor calidad en cuando a niveles de vitaminas, minerales, carbohidratos y proteínas, conservan mejor su sabor y aroma naturales, no se contamina el agua con productos peligrosos; se cuida el suelo y se respeta el equilibrio de la naturaleza, creando ecosistemas saludables.
“Hacemos cultivos hortícolas de alto consumo (acelga, espinaca, lechugas, zapallito, remolacha) desde hace casi 30 años”, detalla Mariana, “y hace unos tres años incorporamos las "hortalizas gourmet" que son variedades más exóticas. Son muy atractivas para restaurants que buscan sabores y formas diferentes a lo común”. Por supuesto todas estas variedades raras también son bajo producción orgánica, que es lo única práctica que llevan a cabo.
Entre las rarezas, se pueden encontrar aquí más de 30 variedades de tomate. Hay del tipo reliquia o herencia que son algunas que se recolectaron en sus lugares de origen, se guardaron las semillas y conservaron sus características, y otros del tipo modernos, como algunos híbridos, los perita cherry o redondos.
Entre las variedades hay diferencias de colores, sabores, aromas y formas, jugosidad, y el equilibrio entre acidez y dulzor que caracteriza al tomate. “Tenemos blancos, amarillos, negros (que son color "chocolate" en realidad), violetas o índigos, y muchos rojos. Hay de diferentes formas: chicos, grandes, con más o menos gajos, formas de pera grandes y chicos, etc. y dos variedades con cáscara que en realidad son otra especie vegetal provenientes de Perú y México”, señala la productora. Todos los tomates tienen similar manejo. Algunos tienen menor rendimiento que los tomates modernos, y otros tienen frutos más deformes al principio, porque los afecta el frío. “Algunos también son más susceptibles a enfermedades o insectos, pero en general andan muy bien, ya nos adaptamos”, agrega. Estos tomates se comercializan principalmente en restaurants con cocineros interesados o inquietos, que buscan sabores diferentes para sus platos, y supermercados que ofrecen productos gourmet.
“El primer año sembramos a pedido de un cocinero, Fernando Hara. El nos dijo qué quería y luego nos dedicamos a buscar nosotros diferentes variedades. Después de tantos años ya sabemos qué podemos vender, pero al principio no fue fácil comercializar estas variedades raras”, continúa Mariana y enumera otras variedades especiales que trabajan: hierbas aromáticas, albahacas de varios tipos, diente de león, valeriana, otras hierbas tipo "greens", 3 o 4 tipos de nabos y rábanos, zanahoria baby y de colores, apio nabo, colinabos, remolachas de diferentes formas y colores, zapallos (varios), pepinos (blancos de diferentes formas), salsifi, escorzonera, berenjenas de diferentes colores y formas, coliflor violeta y coliflor romanesco.