Dos nuevas variedades de pasto Nilo del INTA para potenciar la ganadería del NEA
El INTA Corrientes presentó dos nuevas variedades de pasto Nilo (Acroceras macrum) que prometen mejorar la oferta forrajera en regiones con suelos húmedos, anegables o sometidos a sequías prolongadas. Se trata de Porãve INTA y Tuguy Hovy INTA.
Ambas variedades se destacan por su alta adaptabilidad a condiciones climáticas extremas, buena producción de biomasa y calidad nutricional, lo que las convierte en alternativas valiosas para sistemas ganaderos de la región.
Forrajes resistentes, adaptados y de alto rendimiento
El pasto Nilo es una gramínea originaria de África, introducida en el país durante las décadas de 1980 y 1990, que ha mostrado buena persistencia en ambientes con drenaje deficiente, un escenario común en el NEA. Sin embargo, su adopción ha sido limitada por la escasez de semillas comerciales, lo que motivó al equipo del INTA a avanzar en su mejoramiento.
"Esta especie demostró persistencia durante más de veinte años en los potreros del INTA Corrientes, pero la falta de semilla comercial sigue siendo una limitante importante", explicó Silvana Consuelo Ferrari Usandizaga, investigadora a cargo del proyecto.
A partir de un trabajo sistemático de caracterización genética, cruzamientos y selección, se desarrollaron Porãve INTA y Tuguy Hovy INTA, dos cultivares clonales que ya se encuentran inscriptos en el INASE.
Características de las nuevas variedades
Porãve INTA (que significa "el mejor" en guaraní) tiene un porte rastrero, ideal para cubrir el suelo, conservar la humedad y prevenir la erosión. Ha mostrado buena producción de biomasa y adaptabilidad a distintos suelos, incluso aquellos con moderada salinidad, como los del Chaco.
Tuguy Hovy INTA ("sangre azul" en guaraní) posee un porte erecto, hojas más rígidas y una alta resistencia al pisoteo. Se adapta bien a sistemas ganaderos intensivos, tolera sequías prolongadas y ofrece potencial como forraje diferido, gracias a su longevidad foliar y resistencia a las heladas.
"Esta línea ha mostrado tolerancia a sequías de más de tres meses, un aspecto clave en regiones donde la estacionalidad de las lluvias provoca alternancia entre suelos encharcados y períodos secos", detalló la investigadora.
De Sudáfrica al NEA: más de una década de desarrollo
El programa de mejoramiento comenzó con 27 líneas introducidas desde Sudáfrica, provenientes del Agricultural Research Council (ARC), que sirvieron como base para generar más de 170 líneas experimentales, seleccionadas por su potencial productivo y agronómico. A lo largo del tiempo, el equipo del INTA también trabajó con poblaciones híbridas y realizó estudios moleculares que permiten identificar caracteres de interés, aunque aún no se aplican en la selección asistida por marcadores.
En cuanto al rendimiento, se observaron producciones de materia seca entre 1.500 y 8.000 kg/ha en condiciones adversas, y más de 15.000 o incluso 20.000 kg/ha en años favorables con buen manejo.
"No buscamos reemplazar a otras especies forrajeras, como el Cedara select, sino ampliar las opciones para los productores del NEA, cada una con sus ventajas y usos específicos", remarcó Ferrari Usandizaga.
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Más alternativas para una ganadería resiliente
Con estas nuevas variedades, el INTA busca ofrecer herramientas concretas para afrontar los desafíos productivos del NEA, donde los extremos climáticos y los suelos marginales condicionan el desarrollo de la actividad ganadera.
"Nuestro objetivo es brindar materiales forrajeros adaptados, de buena calidad y que permitan sostener la producción ganadera en distintas condiciones ambientales", concluyó la investigadora.
Porãve INTA y Tuguy Hovy INTA representan una apuesta a la innovación con impacto directo en la productividad y sustentabilidad de los sistemas ganaderos del noreste argentino.