LA RURAL 2025

El regreso de la raza Merino a Palermo, un siglo de historia y tradición

Después de 12 años de ausencia, la raza ovina Merino volvió a decir presente en la Exposición Rural de Palermo. La Cabaña La Nueva Argentina, con casi un siglo de historia, lideró el regreso con un carnero de destacada genética internacional.

22 de Julio de 2025

 "Volvimos. Hacía 12 años que no había ovinos Merino en la Expo de Palermo", expresó con emoción Matías Pérez Garderes, criador de la raza Poll Merino, mientras presentaba a uno de sus animales en el Pabellón Ocre de la Exposición Rural 2025. Su entusiasmo es más que justificado: no solo se trata del regreso de una raza icónica al evento, sino también de la participación de una cabaña con profundas raíces en la historia ganadera argentina.

Pérez Garderes es el actual responsable de la Cabaña La Nueva Argentina, heredera directa de La Argentina, fundada en 1928. "El nuestro debe ser el tercer rebaño más viejo de pedigree de Merino que queda en existencia hoy en la República Argentina", sostuvo, con legítimo orgullo. Y ya se preparan para celebrar los 100 años en 2028.

Merino: una raza con historia y proyección

El Merino es reconocido mundialmente como la raza ovina más extendida, apreciada por la altísima calidad y cantidad de lana que produce. En Argentina, su historia comenzó entre 1870 y 1880, con la llegada de los primeros ejemplares Rambouillet a la provincia de Buenos Aires. "Los reyes de España tenían lana Merino. Valía tanto que hasta se entraba en guerra por ella", relató Pérez Garderes, trazando un recorrido genealógico y geopolítico de la raza que se extendió desde Europa hacia el mundo, incluyendo Australia, donde se desarrolló la variedad australiana que hoy lidera en genética.

Producción de punta y genética internacional

El carnero que exhibe en Palermo tiene un linaje de elite: hijo de una oveja comprada en Australia y de un carnero australiano, nacido por transferencia embrionaria. En su cabaña, ubicada en el centro de La Pampa, también trabajan con fecundación in vitro e inseminación artificial, aplicando tecnología de avanzada para mejorar las características del plantel.

Actualmente, los animales Merino alcanzan los 150 a 170 kilos y tienen doble propósito: lana y carne. "Se selecciona por área de ojo de bife, por grasa dorsal, como en el vacuno, pero en el Merino además importa la cantidad y calidad de lana", explicó. El juzgamiento también considera aplomos, postura de cabeza, pureza racial y ausencia de pigmentaciones.

Una raza adaptada a la aridez

Aunque La Nueva Argentina está en La Pampa, Pérez Garderes recordó que la mayor concentración de Merino en el país se encuentra en la Patagonia, donde el animal se adapta bien a condiciones desérticas y a pasturas escasas. "Es un animal que no come tanto", indicó, subrayando su eficiencia productiva en ambientes exigentes.

A pesar de que otras cabañas no pudieron llegar por cuestiones logísticas de último momento, el regreso del Merino a Palermo marcó un hito simbólico. "Estoy muy contento, es un evento hermosísimo", cerró Pérez Garderes, con la esperanza de que esta reaparición marque el inicio de una nueva etapa para la raza en el principal escenario ganadero del país.

La raza Merino está en Argentina desde 1870/80, trajeron los primeros animales a la provincia de Buenos Aires. Eran Merino Rambouillet. "Los reyes de España tenían la lana Merino. Valía tanto que hasta entraban en guerra por ella. Una hermana del rey se casa con el soberano de Francia, que le regala dos ovejas Merino y dos carneros, y arranca el Merino Rambouillet, el francés", narró, agregando que "una hermana del rey de Francia se casa con el de Inglaterra y llevan ovejas Merino y así se empieza a expandir la raza por todo el mundo. Llega también a Australia y surge el Merino australiano".

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