Especialistas del INTA brindan recomendaciones para preservar al ganado en situación hídricas extremas.

 Ante el exceso hídrico que afecta a gran parte de la provincia de Buenos Aires, producto de las abundantes lluvias registradas, el INTA emitió una serie de recomendaciones para resguardar la sanidad y el rendimiento productivo del ganado en los establecimientos agropecuarios afectados.

Según explicó María Coria, investigadora del INTA Naredo, "esto ocurre en un contexto en el que los productores están realizando el destete de terneros y, en muchos casos, se desarrollan pariciones otoñales, principalmente en vaquillonas. Además, se avanza con la siembra de verdeos y pasturas, que se encuentran en etapas tempranas de implantación o desarrollo".

Entre las principales recomendaciones de manejo, se destacan:

• Realizar un balance forrajero lo más preciso posible, evaluando la gravedad y duración de la inundación y la ubicación del campo en el relieve.

• Determinar el stock de pasto disponible, ya sea mediante estimaciones visuales, muestras pesadas en verde o herramientas digitales.

• Conocer la demanda del rodeo según las categorías animales presentes y contrastarla con la oferta forrajera para actuar sobre ambos componentes.

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Paulo Recavarren, investigador del INTA Balcarce, subrayó que "una vez conocido, aunque sea de forma general, el balance forrajero, se puede actuar ajustando la oferta y la demanda del sistema".

En cuanto al manejo operativo, se recomienda:

• Parcelar las áreas de pastura no afectadas por el agua.

• Aplicar fertilización nitrogenada en esos mismos sectores.

• Sembrar verdeos de invierno como avena o raigrás, ya sea al voleo en zonas sin piso o con sembradora en lotes firmes.

"El momento de la siembra es crítico. Cada día de demora puede representar una pérdida de hasta 75 kg de materia seca por hectárea durante el período más crítico (mayo-agosto)", advirtió Germán Berone, también del INTA Balcarce.

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Pautas sanitarias: foco en parásitos y enfermedades

El ambiente húmedo favorece la aparición de parásitos gastrointestinales, especialmente en animales jóvenes.

Germán Cantón, investigador del INTA Balcarce, recomendó "realizar monitoreos mensuales mediante conteo de huevos por gramo (HPG) para determinar el momento adecuado de los tratamientos, y hacer un control post-tratamiento a los 15 días para verificar su eficacia y descartar resistencia".

Además, advirtió que las zonas afectadas podrían ver ampliada la presencia de Fasciola hepatica, debido a la dispersión del caracol que actúa como hospedador. Ante sospechas clínicas -como pérdida de estado corporal o pelo hirsuto- debe realizarse un análisis de materia fecal específico.

La sarna también representa un riesgo en estas condiciones. El hacinamiento y la baja inmunidad facilitan el contagio. En estos casos, se recomienda tratamiento inyectable a todo el rodeo si se observan síntomas.

Por último, Mercedes Lloberas, también del INTA Balcarce, alertó sobre posibles retrasos en el calendario sanitario, especialmente en las aplicaciones de vacunas y antiparasitarios por demoras en los destetes. "Es fundamental respetar los tiempos entre aplicaciones para evitar complicaciones a futuro", concluyó.