Una cuestión de manejo
Los cambios fisiológicos y metabólicos que sufre una vaca alrededor del parto elevan su susceptibilidad a sufrir diversas afecciones. Veamos aquí algunas recomendaciones
24/07/17-El periodo de transición en la vaca lechera involucra tres semanas previas y tres semanas posteriores al parto. Es una etapa importante en el ciclo productivo de la vaca porque tiene efectos o componentes de sanidad, nutrición y fertilidad que obviamente tienen influencia en el rendimiento productivo.
En estas seis semanas la vaca transita entre una preñez a término, con parto incluido hasta un post parto con inicio de lactancia y puerperio, perdiendo alrededor de 50 kilogramos de peso en pocos días. Esto provoca una disminución del consumo de alimentos y la baja de las defensas, todo lo cual forma parte de la fisiología del periparto, un período que debe ser atendido en forma preventiva, cuidadosa y comprometida para bajar el riesgo y la incertidumbre.
La vaca durante ésta etapa sufre cambios hormonales, digestivos y reproductivos y el manejo adecuado del ambiente, la oferta de alimento sólido y líquido, el confort, los comederos y el manejo sanitario son esenciales. Algunas vacas pueden sufrir una baja importante del consumo de materia seca y ser susceptibles a problemas metabólicos, como la hipocalcemia puerperal. El manejo adecuado del lote de vacas en los corrales debe evitar el estrés (que puede profundizar el menor consumo) motivado por el movimiento excesivo de vacas antes y después del parto.
Los cambios de ración deberían ser graduales y el objetivo del manejo es maximizar el consumo después del periodo de vaca fresca (20 días post parto) con comederos, sombra, protección inmunitaria y oferta de agua acorde a una etapa tan importante. La ración formulada por el nutricionista deberá ser ofrecida y consumida en comederos funcionales, limpios y secos, en lo posible protegidos en épocas de calor para evitar el estrés térmico.
Las vacas son animales de hábitos rutinarios, por ello ofrecer comida siempre a los mismos horarios, ofreciendo confort y programar una estrategia sanitaria preventiva permitirá lograr mejores rendimientos.
Restricción
Según el programa CLAVES, el consumo voluntario comienza a disminuir desde las 2 a 3 semanas previas al parto, llegando dicha disminución a ser del 30 a 35%. El consumo de materia seca desde los 60 hasta los 21 días previos al parto es del 2% del peso vivo (PV) en vacas y del 1,7% del PV en vaquillonas. Luego, la capacidad de consumo comienza a disminuir en forma más gradual en vacas que en vaquillonas y llegando el día antes del parto al 1,4% y 1,3% del PV, respectivamente. En promedio, el consumo en los últimos 21 días de gestación es del 1,88% en las vacas y 1,69% del PV en las vaquillonas.
Luego del parto el consumo comienza a aumentar acompañando la pendiente de la curva de producción de leche a partir de los 8-12 días posparto. A pesar de esta paulatina recuperación de la capacidad de consumo luego del parto, el ingreso de nutrientes por ingesta no logra compensar la demanda energética de la secreción láctea hasta los 30-60 días postparto en vacas adultas y los 90-120 días en vaquillonas de primer parto. Así el balance energético negativo (BEN) generado no se revierte hasta que la producción no llega al 80-85% del pico logrado, siendo este déficit energético equivale a 50 Kg de lípidos o a 8-9 lts. de leche/vaca/día.
Méd. Vet. Claudio Glauber-SENASA
Esta nota fue publicada en el Suplemento Tambo de la edición de Revista Chacra del mes de octubre