Avanza la siembra de trigo y crece el área en el norte
También en otras zonas del país. La superficie sembrada a nivel nacional equivale al 11,3 % de las 5.500.000 hectáreas proyectadas para esta campaña
Gracias a las buenas condiciones climáticas relevadas en los días previos, la siembra de trigo comenzó a extenderse sobre el centro y sur del área agrícola nacional, registrándose las primeras incorporaciones en ambientes elevados del norte y oeste de Buenos Aires, en donde el piso permitió el avance de las sembradoras.
En paralelo, el avance de siembra cobró fluidez sobre el norte del país, más precisamente en la región NOA, mientras que en su vecina región NEA la siembra fue interrumpida por lluvias y lloviznas. En ambas regiones prevalece un estado hídrico adecuado y el área finalmente implantada podría incluso superar las expectativas previstas al comienzo de campaña. De esta manera, luego de registrarse un avance intersemanal de 5,9 puntos porcentuales, la superficie sembrada a nivel nacional equivale al 11,3 % de las 5.500.000 hectáreas proyectadas para la campaña en curso. Esta proyección de área, que fue publicada dentro del marco del Lanzamiento de Campaña Fina 2017/18 de la Bolsa de Cereales a mediados del mes de abril, fue calculada dentro de un escenario climático que, si bien presentaba excesos hídricos sobre ambientes más bajos en sectores de Buenos Aires, La Pampa y sur de Córdoba, no contemplaba el aumento en el volumen de precipitaciones que posteriormente agravó el escenario en las zonas afectadas, poniendo en duda la concreción de las intenciones de siembra.
Sin embargo, la ventana óptima de siembra se extiende hasta finales de julio en las zonas hoy comprometidas, restando aún dos meses en los que podríamos registrar una recuperación del área y la incorporación de cereales de invierno en la medida que el clima evolucione favorablemente.
Dentro de este contexto, las perspectivas climáticas a largo plazo prevén precipitaciones moderadas a escasas a partir del inicio del invierno para la mayor parte del área agrícola argentina, con un régimen térmico que observará fuertes oscilaciones, alternándose episodios de tiempo templado/fresco, pero de poca duración. Por otra parte, en los núcleos trigueros del sur de Buenos Aires, aunque la última semana registró un clima húmedo con lloviznas, la cosecha de soja avanza sin inconvenientes permitiendo una rápida liberación de lotes que posteriormente serán destinados a la siembra del cereal de invierno.
En consecuencia, tanto las regiones del norte del país, como el sudeste y sudoeste bonaerense, mantienen expansiones de área destinada al trigo, las cuales podrían ser aún mayores si durante los meses de mayor actividad de implantación prevalece un estado hídrico adecuado, compensando así las posibles mermas de área en las regiones con inundaciones y caminos intransitables. En la región del NOA, los avances de siembra se ubicaron entre un 30 % y 60 % sobre el área estimada, donde el trigo sería implantado no sólo con un fin comercial, sino también como una herramienta que permitirá realizar un mejor control de malezas resistentes. En dicha región, la implantación del cereal se extendería hasta el mes de junio, y si el clima y la humedad en el perfil lo permiten, los productores locales podrían incrementar su intención de siembra.
Sobre el centro productivo del NEA, los días soleados y la baja en la humedad superficial permitieron avanzar con las labores de siembra, comenzando a implantarse los ciclos largos en las localidades de Las Breñas, Villa Ángela y General Pinedo. A su vez, si bien la condición de humedad en el Centro-Norte de Córdoba varía de regular a adecuada, durante la última semana se registraron precipitaciones sobre algunos sectores de la región que aportó humedad en la capa arable para avanzar con las primeras siembras tempranas.
Por otra parte, en las regiones Núcleo Norte, Núcleo Sur, sur de Córdoba y Centro-Este de Entre Ríos, las sembradoras avanzaron sobre ambientes altos que presentan un estado hídrico óptimo para lograr buenos resultados de implantación y posterior emergencia. A su vez, el Norte de La Pampa-Oeste de Buenos Aires presenta ambientes bajos anegados con excesos hídricos y napas próximas a superficie, producto de las precipitaciones y la escorrentía acumulada durante el último mes, que demoran la siembra del trigo, generando incertidumbre sobre el área final que podría ocupar el cereal en la región.
Por último, sobre los núcleos trigueros del sudeste y sudoeste de Buenos Aires, se relevaron las primeras implantaciones de trigo bajo una condición de humedad que oscila entre adecuada a óptima, esperando que las labores cobren mayor fluidez durante las próximas semanas. En ambas regiones, la intención de siembra se mantiene dentro de las expectativas registradas al inicio del ciclo, donde el cereal recuperaría parte del área cedida al cultivo de la cebada en las últimas campañas agrícolas.
