Aceite góndola: vale 3 veces más en Montevideo que en Buenos Aires
Los consumidores resultan favorecidos debido a un esquema de compensación, un subsidio cruzado dispuesto por el Gobierno nacional
La enorme cantidad de subsidios cruzados presente en la economía argentina es tan vasta como desconocida para la mayor parte de los consumidores locales. Pero a veces salen a la luz pública por motivos indirectos. En este caso, los riesgos de desabastecimiento por el paro aceitero puso el foco en los faltantes de botellas de aceite de girasol en cadenas de supermercados. Y ello alumbró que este producto de consumo doméstico es uno de los pocos alimentos que siguen con precios minoristas accesibles.
Se supo entonces que el precio de una botella de aceite de girasol en Montevideo es tres veces superior que en Buenos Aires gracias a una “retención invisible” instrumentada por el gobierno nacional.
La mayor parte de las ventas de aceites comestibles corresponden a productos que, si bien tienen precios regulados por el gobierno nacional, son subsidiados por un fideicomiso privado con control estatal que es gestionado por el Banco Galicia (en el marco de un esquema denominado de “autocompensación privada”).
El sistema, implementado a fines de 2010, determina que el 1,2% del monto de todas las exportaciones argentinas de poroto de soja y de pellets/harina de soja y de girasol pasan a integrar el “fideicomiso aceitero”, por medio del cual se financia el subsidio a los aceites comestibles destinados al consumo interno (en el caso de los pellets/harina, el 1,2% se aplica sobre el volumen de ambos productos medido en equivalente grano).
Gracias al aporte de ese fideicomiso privado –o subsidio forzoso dispuesto por el gobierno– la botella de 1,5 litros de aceite de girasol Natura, que en cadenas de supermercados de la ciudad de Buenos Aires puede conseguirse a un valor de 16,0 pesos, en la ciudad de Montevideo (nación en la que rige el libre comercio) el valor ese mismo producto es de 109 pesos uruguayos (una cifra equivalente a 49,1 pesos argentinos).
Es decir: con la misma cantidad de dinero que un consumidor argentino necesita para comprar una botella de aceite de girasol en Montevideo, en Buenos Aires puede adquirir tres gracias al subsidio pagado por el sector privado.