ECONOMÍAS REGIONALES

La valiosa fibra que ahora sacan de las cabras de la Línea Sur

La cachemira está siendo extraída en la Línea Sur por un grupo de familias que buscan aumentar sus ingresos. El kilo de este fino pelo se cotiza a 450 pesos. Capacitan a los productores.

Diario Rio Negro
9 de Octubre de 2017

 09-10-17 Pequeños productores caprinos de la Región Sur rionegrina buscan generar nuevos ingresos a sus economías familiares a través de la obtención de cachemira de las cabras, una fibra muy fina y de gran valor, que se utiliza para la producción de artesanías y en el mundo de la alta costura.

Los valores que pueden obtener los productores son unos 450 pesos por kilo de cachemira.

Para mejorar la extracción de la fibra, se están realizando capacitaciones en peinado de cabras criollas.

Actualmente son 120 familias las que han incorporado este tipo de animales a sus predios y se están por ejecutar y formular nuevos proyectos en diferentes zonas de la Región Sur Rionegrina.

Esta nueva posibilidad que se les presenta a los "chiveros" de esta parte a la provincia de Río Negro, surge a partir del programa de repoblamiento con cabras criollas neuquinas que lleva adelante desde hace tres años la Subsecretaría de Agricultura Familiar Río Negro, con el apoyo de INTA y el Instituto de Investigación y Desarrollo para la Agricultura Familiar -IPAF-, municipio de Comallo, Ley Caprina, Ministerio de Agricultura de Río Negro y diferentes organizaciones como la Cooperativa Ganadera Indígena de Jacobacci y grupos de productores de Laguna Blanca y Mencué.

Un aliciente importante en este sentido fue la premiación por parte del Fontafro (Fondo Regional de Tecnologías Agropecuarias) al proyecto "Seguridad Alimentaria en Productores Familiares de Patagonia Argentina: uso de recursos genéticos locales y adaptación al cambio climático", que además del reconocimiento al trabajo, ha brindado fondos que fueron utilizados para el seguimiento de todos los casos y para el desarrollo de diferentes capacitaciones.

El ingeniero agrónomo Alejandro Fornasa, técnico de la Subsecretaría de Agricultura Familiar, afirmó que la información obtenida de los relevamientos ha dado origen a un informe cuyos resultados muestran claramente los beneficios obtenidos por las familias a partir de este tipo de animales en este corto lapso.

En este sentido aclaró que si bien otros proyectos de repoblamiento con otras especies y razas han aportado lo suyo, las chivas criollas han contribuido a cubrir una parte importante del autoconsumo de carne, han evitado la faena de animales de la esquila como ovinos y cabras de angora, y también han dado excedentes de chivitos que fueron comercializados, principalmente en el Mercado Municipal de Bariloche, fortaleciendo estas economías familiares.

Los productores destacan en estos animales su capacidad de adaptación a diferentes tipos de ambientes, su rusticidad, docilidad, resistencia a enfermedades, prolificidad y versatilidad en el uso del pastizal natural.

"Una característica de esta raza es que poseen en su vellón una doble capa conformada por fibras finas y suaves (down o cashmere) entremezclada con fibras gruesas (chilla).

También se distinguen dos ecotipos con cabras de pelo corto o "peladas" y las de pelo largo o "chilludas".

Ambos ecotipos presentan cachemira y las cabras también poseen gran variabilidad de colores.

Los principales atributos que definen la calidad del cachemira son el diámetro y longitud de las fibras, el color y la proporción del mismo en relación al peso total del vellón. Este fibra especial posee un finura promedio de 19 micrones y una longitud promedio de 40 milímetros" detalló el profesional.

Agregó que la obtención del mismo puede ser a partir de la esquila del animal o realizando un peinado con un peine especial de dientes largo y curvos diseñado para tal fin.

Esta se realiza a fines de invierno o principio de primavera, antes del parto y aprovechando el momento de la muda natural del cachemira (pelechado).

Una radiografía de los productores caprinos locales

Un informe del Inta Bariloche señala que la producción de fibras caprinas en Argentina se localiza en las provincias de Neuquén, Río Negro y Chubut y parcialmente en Mendoza y La Pampa. En esos lugares unos 6.000 pequeños productores crían más de un millón de cabezas caprinas dedicadas a la producción de Mohair y cachemira.

Los sistemas de producción relacionados con la producción de fibras se caracterizan por ser extensivos y tradicionales, con baja incorporación de insumos externos. Los productores caprineros son minifundistas, que se desarrollan dentro de una economía de subsistencia.

Buena parte de los productores no son propietarios de las tierras que ocupan y la mayoría se encuentra en situaciones de difícil acceso y comunicación.

Las características propias de la región norpatagónica en cuanto a su geografía y clima extremo modelan al sistema en general y a cada uno de los elementos que lo componen: animales, manejo, productores, tecnologías apropiadas y sus interrelaciones.

La producción de Mohair se centra en el noroeste de la Patagonia. En la actualidad aproximadamente cuatro mil pequeños productores crían unas 650.000 cabras. Según el censo nacional agropecuario (Indec, 2002) en el centro y sur de Neuquén, se cuentan 350.000, en el sur de Río Negro 176.000 y en el noroeste de Chubut unas 105.000 cabras.

La producción total de esta fibra alcanza unos 900.000 kilos, lo que coloca al país en el cuarto lugar en el mundo, detrás de Sudáfrica, Estado Unidos y Leshoto.

La producción de cachemira en nuestro país se encuentra en sus primeras etapas de desarrollo.

Actualmente se observa un crecimiento en el número de productores interesados en incorporar la extracción de cachemira como un complemento de la producción de chivitos.

La cadena de valor de la cachemira se encuentra en desarrollo, dice el informe del Inta Bariloche. Las proyecciones sugieren un potencial de producción en el mediano plazo de 5 toneladas de cashmere de buena calidad.

No obstante surge como un desafío desarrollar la cadena de valor de modo de lograr una justa distribución de la renta. Se han producido avances en la comercialización de esta fibra peinada, con ventas a Japón e Italia en 2005 y 2006 respectivamente, mientras que la última zafra fue adquirida por una empresa nacional que ha avanzado en la elaboración de telas con esta materia prima.


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