El Gobierno abrió el transporte fluvial y marítimo a buques extranjeros
Con el DNU 340/2025, Milei busca reducir los costos logísticos internos, facilitar las exportaciones y mejorar la competitividad del agro y otras economías regionales.
En línea con su plan de liberalización económica, el presidente Javier Milei firmó el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) 340/2025, mediante el cual se desregula el mercado de transporte fluvial y marítimo de cabotaje en la Argentina. La medida habilita la participación de buques de bandera extranjera en rutas que hasta ahora estaban reservadas exclusivamente a embarcaciones de bandera nacional.
El decreto fue publicado este miércoles en el Boletín Oficial, con el argumento de que "la normativa vigente genera distorsiones que restringen la competencia, elevan los costos logísticos internos y dificultan el desarrollo de un comercio fluido entre regiones del país".
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En su cuenta de X, el ministro de Desregulación, Federico Sturzenegger, defendió la medida: "El Artículo 26 de nuestra Constitución reza que "La navegación de los ríos interiores de la Nación es libre para todas las banderas, con sujeción únicamente a los reglamentos que dicte la autoridad nacional", expresó el funcionario. "El DNU 340/25 con firma de, el presidente, Javier Milei, rescata el espíritu constitucional y desregula el mercado de cabotaje".
Impacto directo en el agro
Uno de los sectores que podría verse beneficiado de forma inmediata es el agropecuario. Con una red de transporte más abierta y eficiente, el traslado de granos, harinas, aceites y otros productos desde las zonas productivas del interior hacia los puertos de exportación -principalmente en el Gran Rosario- podría abaratarse significativamente.
Actualmente, el flete interno representa un componente clave en el costo final de exportación, especialmente para los productores alejados de los principales nodos portuarios. Con esta desregulación, el Gobierno apuesta a que más operadores compitan por el transporte de carga, lo que podría traducirse en tarifas más competitivas para el agro y mayor margen para los exportadores.
"Esta medida puede ser clave para mejorar la rentabilidad del productor y agilizar los tiempos logísticos, especialmente en campañas de alta carga como la actual", señalaron desde la Cámara de la Industria Aceitera y el Centro de Exportadores de Cereales (CIARA-CEC).
Además, en un país con alta producción agroindustrial y extensas distancias geográficas, una mayor fluidez en el cabotaje también facilitaría el abastecimiento interno de insumos agropecuarios y productos terminados, reduciendo la dependencia del transporte terrestre.
Repercusiones cruzadas
La decisión generó una inmediata reacción en sectores gremiales del transporte marítimo, que advirtieron sobre el posible impacto negativo en el empleo de tripulantes argentinos y el debilitamiento de la industria naval nacional. Desde la Federación de Trabajadores del Mar (FESIMAF), advirtieron que "la apertura indiscriminada pone en riesgo puestos de trabajo calificados y vacía de contenido la soberanía logística".
Por otro lado, desde cámaras empresarias y sectores exportadores se celebró la medida como "un paso necesario para modernizar el sistema logístico argentino" y reducir los costos del comercio interregional e internacional.
El decreto también establece que la autoridad de aplicación -el Ministerio de Economía, a través de la Subsecretaría de Puertos y Vías Navegables- deberá reglamentar las condiciones de seguridad, fiscalización y operación para los buques extranjeros que participen del cabotaje argentino.
Con esta nueva norma, Milei avanza en una de las promesas clave de su administración: la desregulación de sectores estratégicos para fomentar la libre competencia y dinamizar la economía.