El INTA en el centro del debate: El Senado tumbó el decreto, pero el ejecutivo oficializó la poda de personal
La Cámara Alta rechazó el DNU 462/2025 que modificaba organismos claves del agro y la ciencia, en una votación con amplio consenso opositor. Sin embargo, desde el ejecutivo oficializaron la reestructuración.
El Senado de la Nación rechazó ayer, jueves 21 de agosto, los decretos presidenciales que transformaban o disolvían organismos como el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), el Instituto Nacional de Semillas (INASE) y el Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV), en el marco del decreto 462/2025. La votación, que contó con un fuerte respaldo opositor, implicó la derogación formal de las medidas impulsadas por el Poder Ejecutivo.
Durante el debate, distintos senadores expusieron su posición frente al intento de desarticulación de organismos considerados estratégicos para la producción y la ciencia nacional.
La senadora Silvina García Larraburu (Unidad Ciudadana) advirtió: "El sistema científico y tecnológico está en terapia intensiva, con riesgo de muerte, y este decreto 462 degrada organismos fundamentales para el desarrollo estratégico, la soberanía, la producción y la tecnología de nuestro país. Hoy tengo la responsabilidad de ser la voz de estos trabajadores".
En la misma línea, el radical Pablo Blanco cuestionó el alcance legal de la medida: "Lo que ocurre con estos decretos es que avanzan contra organismos que la Constitución protege, excediendo los límites de la delegación legislativa, desvirtuando los fines legales y debilitando la capacidad del Estado Nacional".
Desde Convicción Federal, el senador Fernando Rejal planteó que el decreto buscaba apropiarse de los recursos de los organismos: "La finalidad del instrumento que se pretende impugnar es porque el Estado tiene como finalidad apropiarse de sus recursos, vender sus inmuebles y hacer negocios para unos pocos".
Por su parte, el entrerriano Alfredo de Ángeli utilizó sus redes sociales para fijar una postura matizada: "Quiero ser claro: acompaño muchas de las reformas que necesita la Argentina, pero me opongo al cierre del INTA. Porque el INTA no es un organismo más: es ciencia, innovación y desarrollo federal. Gracias a sus investigaciones, el campo argentino creció, se volvió más competitivo y llevó el nombre de nuestro país al mundo". No obstante, también cuestionó gestiones anteriores al señalar que el organismo fue "superpoblado de militantes políticos" y llamó a una salida basada en el "saneamiento y la profesionalización".
Ver también: Milei avanza con la reestructuración del INTA pese al rechazo legislativo
El Gobierno Nacional avanza con la reestructuración
A pesar de la decisión del Senado, el Gobierno nacional, a través del Ministerio de Economía, publicó este viernes la Resolución 1240/2025, que dispone el pase a disponibilidad de trabajadores de planta permanente de los organismos involucrados. La medida, firmada por el ministro Luis Caputo, afecta a empleados con estabilidad adquirida que prestaban funciones en el INTA, el INASE y el INV.
Según lo dispuesto, el personal quedará en disponibilidad por un plazo de hasta doce meses, período en el cual el Estado evaluará su eventual reubicación. Además, se limitan licencias sin goce de haberes, comisiones de servicios, adscripciones o asignaciones transitorias para los agentes incluidos en los anexos de la resolución.
La normativa se enmarca en la Ley 25.164 y en los decretos 462/2025 y 585/2025, que establecieron la disolución del INASE, la transformación del INV en una unidad organizativa dentro de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca, y el pasaje del INTA a organismo desconcentrado bajo la órbita de la misma dependencia.
Los trabajadores alcanzados recibirán notificación individual de su nueva condición laboral, mientras que la Secretaría de Transformación del Estado y Función Pública deberá ser informada de la medida.
Con este escenario, la disputa entre el Poder Ejecutivo y el Congreso por el futuro de organismos claves en ciencia y producción abre un nuevo capítulo de tensión política e institucional.