En medio de la creciente preocupación por el rumbo del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), el gobernador bonaerense Axel Kicillof lanzó duras críticas contra el Gobierno nacional por su política de ajuste sobre el organismo. Lo hizo durante la inauguración de una nueva sede de la Patrulla Rural en General Villegas, donde calificó como un "crimen" el intento de desmantelar el INTA: "No se puede explicar, no se entiende", sentenció.

Kicillof estuvo acompañado por el ministro de Desarrollo Agrario bonaerense, Javier Rodríguez, quien también arremetió contra el recorte impulsado por la administración de Javier Milei: "Lo que hace el Gobierno nacional a manos de Sturzenegger es un cientificidio. Esto es una nueva versión de mandar a los científicos a lavar los platos", declaró.

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La reacción se dio tras una conversación con Walter Miranda, director de la Estación Experimental INTA Villegas, quien le entregó al gobernador una nota en la que se refleja el difícil momento que atraviesan los profesionales del instituto. Mientras tanto, dentro del INTA crecen las versiones sobre la intención del Gobierno de modificar la composición del Consejo Directivo para concentrar el control político y profundizar los recortes.

"Es un plan de liquidación", advirtió Kicillof. "El INTA tiene un papel central en la prestación de servicios que el sector privado nunca podría asumir. Ha aportado mejoras genéticas, tecnología de punta y un acompañamiento clave para la producción en un país tan extenso como el nuestro", destacó. También advirtió sobre el impacto de perder la experiencia acumulada de los trabajadores del organismo: "Destruyen cosas que después no tienen arreglo".

En una de sus frases más contundentes, el mandatario provincial planteó: "Va a ser muy difícil tener actividad agropecuaria sin el INTA". Y, con tono irónico, criticó la supuesta contradicción del oficialismo nacional: "Es un país gobernado por gente que quiere volver al modelo agroexportador, pero sin agro".

La visión de CREA: transformar el INTA sin vaciarlo

En paralelo a las declaraciones políticas, el Consorcio Regional de Experimentación Agrícola (CREA) difundió un documento donde advierte sobre los riesgos de una transformación unilateral del INTA. La entidad, con casi siete décadas de colaboración con el instituto, subraya que el organismo requiere una transformación profunda, pero basada en el fortalecimiento de la ciencia, la innovación y la articulación público-privada.

CREA cuestiona especialmente dos posibles medidas del Ejecutivo: la pérdida de autarquía del INTA -si el Poder Ejecutivo logra la mayoría absoluta en el Consejo Directivo- y la exclusión de CREA como representante del sector productivo en ese cuerpo colegiado. "Estos cambios ignoran la importancia crucial de detectar las demandas productivas y territoriales, y podrían alejar al INTA de su misión estratégica", advierte el comunicado.

"Desde CREA, reafirmamos nuestro compromiso con el futuro del campo y de nuestras comunidades. La colaboración, el hacer con otros y el conocimiento compartido han sido fundamentales para la competitividad del sector y serán indispensables para la evolución del agro y de Argentina", concluye el texto.

Una encrucijada clave para el agro argentino

La crisis en torno al INTA se convirtió así en un punto de fricción entre el Gobierno nacional y referentes del agro, tanto del ámbito público como del privado. Mientras desde la provincia de Buenos Aires se denuncia un "desmantelamiento sin retorno", desde CREA se alerta sobre el riesgo de destruir una institución esencial bajo el pretexto de reformarla.

En un contexto de cambios estructurales y restricciones presupuestarias, el futuro del INTA se vuelve un símbolo de una disputa más amplia: el rol del Estado, la articulación con el sector privado y el destino del conocimiento científico en el modelo productivo argentino.