Soja libre de deforestación: adaptarse podría dejar ganancias
Cumplir con la exigencia de soja libre de deforestación demandaría entre 1,28 y 4,20 USD/tonelada, pero permitiría sostener exportaciones por USD 4.000 millones y obtener beneficios extra para los productores.
Desde diciembre de 2025, la Unión Europea solo comprará soja proveniente de lotes libres de desmonte. Para la Argentina -donde este cultivo es la principal fuente de divisas- la medida representa un desafío inmediato: adecuarse a las nuevas normas o perder un mercado que representa USD 4.000 millones anuales. Un estudio de la Facultad de Agronomía de la UBA (FAUBA) determinó que los costos de adaptación son bajos, entre 1,28 y 4,20 dólares por tonelada, y que incluso podrían generar beneficios para los productores.
"La cadena de la soja es la que genera el mayor valor agregado a la economía argentina. De los 50 millones de toneladas que producimos al año, el 80% se industrializa como harina, aceite y biodiesel. La mayor parte se exporta, y del total exportado, el 20% corresponde a la Unión Europea", explicó Silvina Dal Pont, docente de Economía General en la FAUBA.
Sin embargo, a partir de diciembre de este año la UE dejará de importar soja cultivada en campos deforestados desde 2021. "La comisión europea nos calificó como país con riesgo de deforestación medio. Si no cumplimos con el nuevo reglamento, podríamos perder un mercado de 4.000 millones de dólares anuales", advirtió Dal Pont.
Costos bajos, alto beneficio
De acuerdo con el estudio, las empresas exportadoras deberán demostrar que la soja exportada es libre de deforestación mediante servicios de verificación que incluyan imágenes satelitales, auditorías externas o nuevas infraestructuras. El costo estimado de adaptación oscila entre 1,28 y 4,20 USD/tonelada, una cifra marginal frente al precio internacional del poroto, cercano a los 400 dólares. Los resultados fueron publicados en la revista Agronomía y Ambiente.
Ulises Martínez Ortiz, también docente de Economía General, explicó que los costos varían según el nivel de cooperación entre exportadores y el volumen certificado. En el escenario más costoso, cada empresa se adapta por su cuenta para certificar toda su producción, lo que implica un gasto de 4,20 USD/tonelada. En otro caso, las firmas segregan la soja según su destino -europeo o no-, con un costo de 3,55 USD/tonelada. El escenario más eficiente sería una adaptación conjunta, como la que ya coordina la plataforma VISEC, donde todo el sector exporta soja libre de deforestación a un costo adicional de apenas 1,28 USD/tonelada.
"Este último caso es el óptimo. Incluso en los demás escenarios, los costos son bajos respecto del precio de exportación", señaló Martínez Ortiz.
Productores con oportunidades
Si los exportadores adoptan el nuevo sistema, los productores que cultiven soja libre de deforestación podrían recibir una prima de hasta 0,75 USD/tonelada. Solo considerando los envíos a Europa, esto significaría más de cinco millones de dólares adicionales al año para el sector primario.
"Ya demostramos capacidad de adaptación: desde 2008 cumplimos con exigencias similares en el mercado de biodiesel. Hoy, los exportadores pagan una prima a los productores por productos certificados como libres de deforestación", remarcó Martínez Ortiz.
El docente advirtió, además, que la tendencia se extenderá a nivel global: "Estados Unidos, China y el Reino Unido avanzan en regulaciones semejantes, y otras cadenas como la carne bovina, la madera y la pulpa también estarán alcanzadas. Lejos de ser una barrera, estas normas representan una oportunidad para posicionar al agro argentino en mercados más exigentes y con mayor valor agregado".

