Tenencia responsable
Crece la tendencia del uso de los caballos para recreación y turismo. Qué cuidados hay que brindarles a estos nobles compañeros.
La actividad ecuestre ha crecido mucho en Argentina en los últimos años. Si bien el caballo siempre ha estado al lado del hombre de campo para ayudarlo en sus tareas cotidianas, ahora se han sumado nuevos usuarios que eligen a este animal como parte de sus actividades de placer y de ocio para los fines de semana. A la par del crecimiento de los countries, clubes de chacras y barrios cerrados, las cabalgatas se están haciendo cada vez más populares y se suman adeptos que antes ni soñaban con tener un caballo. Por eso es importante que todos conozcan las pautas de manejo básicas para que estos animales estén sanos y bien cuidados.
Plan sanitario
“Lo primero que hay que tener en cuenta cuando uno tiene un caballo, es que es un ser vivo”, introduce el médico veterinario Sebastián Correa. “Parece obvio, pero es importante saber que a los caballos hay que cuidarlos todo el tiempo, todos los días”. Hecha la aclaración, hay que saber que los equinos, del mismo modo que cualquier otra mascota, tienen un plan sanitario obligatorio para prevenir o controlar ciertas enfermedades, que incluye ciertas medidas que hay que tomar a lo largo del año. Ya sea un caballo deportivo o de recreación, hay que realizar un control de Anemia Infecciosa Equina. Si el animal viaja regularmente, se debe hacer cada 2 meses. Si no, es un análisis semestral. “La Anemia Infecciosa Equina es una enfermedad viral similar al SIDA en los humanos, que produce signos variados desde debilitamiento hasta la muerte. Es una enfermedad contagiosa que no tiene cura, por lo tanto es de denuncia obligatoria al SENASA. El animal encontrado positivo, lamentablemente, debe ser sacrificado”, alerta el dr. Correa.
Se debe realizar una desparasitación cada 3 meses. Asimismo, cada trimestre se le debe aplicar la Vacunación contra la Influenza equina, una enfermedad viral que produce síntomas respiratorios, también conocida como gripe equina. También se deben hacer controles contra la Encefalomielitis y Tétanos, ya que los caballos son una especie muy sensible al tétanos. Al igual que en los humanos, es importante realizar un refuerzo de esta vacuna siempre que ocurra una herida punzante. “Otra vacuna que se puede agregar al calendario anual es la Adenitis equina, usualmente indicada para potrillos y caballos viejos”, agrega el dr. Correa.
Es importante una desparasitación regular para controlar el nivel de parásitos del organismo por debajo de un nivel que no afecte la salud de los caballos. Si la cantidad de parásitos en el organismo es alta, corremos el riego que aparezcan distintos problemas como raquitismo, anemia, decaimiento, pelo opaco, disminución del rendimiento deportivo, y problemas graves como cólicos. El cólico es un síndrome de dolor abdominal agudo y en los caballos es una enfermedad muy compleja que puede estar ocasionado por diferentes causas. Una de ellas es la parasitosis: los parásitos generan inflamación de la mucosa intestinal, lesionan arterias y producen obstrucción de la luz intestinal. Como consecuencia se altera el normal funcionamiento del sistema digestivo del caballo, produciendo dolor y problemas anatómicos (torsiones intestinales, intususcepciones, etc…) que muchas veces son de resolución quirúrgica, con resultados poco alentadores.
Si bien los cólicos son unos de los fantasmas más temidos por los amantes de los caballos, es bueno saber que los animales en estado natural rara vez los padecen, y que es una enfermedad que puede prevenirse en gran medida con el manejo, es decir, con las normas de rutina diaria que se realizan alrededor de los caballos, básicamente aquellas que tienen que ver con la alimentación y el aseo. “Es muy importante que el hábitat de los caballos (ya sea el box, el corral o a campo) esté limpio. Se entiende por limpio una cama de viruta que se limpia de bosta y orina a diario, un corral sin restos de hilo, alambre, bolsas, etc”, describe el veterinario y nos explica que los caballos son animales rutinarios, por lo tanto, hay que respetar sus horarios de alimentación en forma estricta. Dar de comer siempre a la misma hora del día evitará que el caballo, por ansiedad y nerviosismo, empiece a patear las paredes o puerta del box ante la falta de aparición de su ración, infligiéndose a sí mismo heridas y traumatismos que podríamos haber prevenido sólo con respetar “sus” horarios.
El agua limpia y disponible a toda hora es otro requisito fundamental para la buena alimentación y correcto aprovechamiento de los nutrientes por parte de los caballos.
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Otros cuidados
El cuidado de los cascos en caballos de recreación o deporte es tan importante como darle de comer todos los días. Ningún caballo que tenga mal los cascos va a tener un andar agradable, exento de dolores. “Si el caballo pisa mal porque le duelen los cascos, y nosotros lo “obligamos” a trabajar de esta manera, van a aparecer dolores secundarios en tendones, ligamentos, músculos, articulaciones, y cada vez va a ser más difícil solucionar el problema.
Lo aconsejable es tener al caballo bien aplomado, con el casco desvasado correctamente y herrado cada 30 días”, recomienda el dr. Correa, a la vez que nos recuerda que los cascos son una parte fundamental del caballo, ya que son las estructuras que reciben en cada paso las fuerzas de acción y reacción de una bestia de 500 kilos. Además del herrado mensual, es buena práctica untar la pared de los cascos con grasas lubricantes cuando están resecos, y pintar la suela con soluciones de yodo cuando ésta se encuentra reblandecida por la humedad si el caballo vive a campo en un lugar bajo o húmedo.
En relación a la alimentación y a la aceptación de la embocadura por parte del caballo, se suele hacer un limado correctivo dentario en forma anual. El caballo normalmente, por la disposición anatómica de sus arcadas dentarias (la superior levemente hacia fuera en relación a la inferior) forma filo en sus muelas (puntas de muela) que lesionan tanto la cara interna del carrillo como la base de la lengua. La eliminación de estas puntas de muela con lima o torno permiten al animal masticar correctamente todo el alimento que se le ofrece y no ejercer resistencia al freno o bridón, por dolor.