El trigo se presenta en buen estado, aunque hay alerta de enfermedades y plagas
Según un informe de la Bolsa de Cereales de Córdoba (BCC), el 90 % de la superficie sembrada de trigo se encontraba entre excelentes, muy buenas y buenas condiciones gracias a las etapas fenológicas que atravesaba. Con respecto al garbanzo, el 80 % presentaba entre excelente y buen estado y el 37 % del cultivo comenzaba la etapa de floración.
Según un informe de la Bolsa de Cereales de Córdoba (BCC), durante la segunda quincena de julio, finalizó la siembra del 3% de los lotes de trigo que restaban implantarse.
La minoría de los lotes en la provincia, más específicamente el 6%, se encontraba desarrollando sus primeras hojas. El 94 % restante estaba en macollaje, período en el que el cultivo desarrolla el área foliar y establece así su capacidad de interceptar la radiación, siendo ésta uno de los componentes del rendimiento.
Durante los últimos días de julio casi el 90 % de la superficie triguera se encontraba entre excelentes, muy buenas y buenas condiciones gracias a las etapas fenológicas que atravesaba el trigo, donde no tiene requerimientos hídricos significativos. Aun así, en algunos lotes ya se empezó a notar la falta de agua y sumada la presencia de plagas y/o enfermedades, el 11 % del trigo se encontraba en regular y mal estado. Si la situación respecto a las lluvias no mejora en las próximas semanas, es posible que este último porcentaje aumente.
Con respecto a la presencia de plagas y enfermedades que se reportaron fueron en bajos niveles y, las más frecuentes fueron pulgón verde de los cereales (Schizapis graminum), roya anaranjada (Puccinia triticina) y mancha amarilla (Drechslera tritici-repentis).
Por otro lado, el garbanzo disminuyó la proporción de lotes que se encontraban en excelentes condiciones y aumentaron los lotes en regular estado. Alrededor del 80% del garbanzo sembrado en la provincia se viene desarrollando sin estrés.
El 67% de la superficie presentaba plantas en estadios vegetativos, mientras que el 37% comenzaba su etapa reproductiva con la primera flor abierta. Es en esta etapa (R1) que comienza el período crítico para la definición del rendimiento, es decir que cualquier tipo de estrés, ya sea biótico o abiótico, tendrá un impacto mayor en el rendimiento que se espera del cultivo.