Campo Limpio y el desafío de concientizar al campo sobre el reciclado de fitosanitarios
Campo Limpio avanza en todo el país con un sistema de gestión para recuperar envases vacíos de fitosanitarios. A través de alianzas público-privadas, promueve el reciclado seguro y la conciencia ambiental en el agro.
Luis María Herrera, de Relaciones Institucionales de Campo Limpio, dialogó con Chacra TV sobre el trabajo que viene realizando esta asociación civil en todo el país para gestionar de manera segura los envases vacíos de fitosanitarios y reducir su impacto ambiental.
Campo Limpio es una organización ambiental sin fines de lucro que tiene como misión implementar un sistema de gestión integral para recuperar los envases vacíos de productos fitosanitarios utilizados en el sistema productivo agropecuario. "La idea es evitar que estos residuos terminen abandonados, enterrados, quemados o en circuitos informales, lo cual representa un riesgo para la salud de las personas y el ambiente", explicó Herrera.
El sistema de gestión de Campo Limpio se enmarca en la Ley Nacional N.º 27.279, sancionada en 2016, que obliga a las empresas registrantes -es decir, fabricantes y comercializadores de fitosanitarios- a garantizar la correcta gestión de estos envases, considerados residuos peligrosos por haber contenido sustancias tóxicas.
"La ley exige que estos envases tengan una disposición final segura, y para eso la industria, a través de Campo Limpio, debe poner a disposición centros de acopio, campañas de recolección, capacitaciones y acciones de concientización", detalló Herrera.
Uno de los ejes centrales del trabajo de Campo Limpio es la articulación público-privada. "La clave de lo que venimos logrando es gracias a la cooperación entre provincias, municipios, asociaciones de productores, cooperativas, colegios de ingenieros, aplicadores terrestres y aeroaplicadores, como FEARCA", señaló y agregó que "cada actor aporta desde su rol para consolidar este sistema que está en plena expansión".
En los últimos meses, la organización ha inaugurado nuevos Centros de Almacenamiento Transitorio (CAT) en distintas provincias. Santa Fe cuenta ahora con instalaciones en Santa Teresa, Armstrong y Pilar. En Córdoba, se puso en valor el CAT de General Cabrera, en el corazón del Maní, y también se sumó uno en Daireaux, provincia de Buenos Aires. "Cada CAT implica inversión, coordinación y esfuerzo conjunto. Es importante destacar el rol de los gestores locales que se hacen cargo de estos espacios", remarcó.
Otro punto fundamental es el proceso de lavado de los envases, especialmente el triple lavado o lavado a presión. "Es clave para que el plástico pueda reciclarse y tener una segunda vida útil. Si el envase no se lava, su destino es la incineración, que implica un alto costo económico y ambiental", explicó Herrera. Las escamas de plástico reciclado son reutilizadas en productos como autopartes, señalética vial, lomadas, caños para fibra óptica y otros elementos industriales, siempre en destinos autorizados por las provincias.
El proceso para los productores es simple: el lavado debe hacerse en el momento de uso, en el campo, y el agua del enjuague se reincorpora a la pulverizadora. Una vez limpio, el envase puede trasladarse sin restricciones a un CAT, donde se entrega a cambio de un certificado oficial, útil incluso para auditorías de buenas prácticas agrícolas.
Finalmente, Herrera celebró la reciente incorporación de la provincia de Chubut al sistema de gestión. "Es una gran noticia porque nos permite llegar a producciones más pequeñas, especialmente en las márgenes del río Chubut. Allí vamos a trabajar junto con cooperativas, municipios e instituciones como el INTA para implementar campañas de recolección", concluyó.
Campo Limpio avanza con paso firme en la construcción de una agricultura más sostenible, apostando al compromiso compartido entre productores, instituciones y gobiernos.