Las imágenes de alimentos generadas por inteligencia artificial provocan ansiedad
A medida que la inteligencia artificial avanza, ha aprendido a generar imágenes que a veces son difíciles de distinguir de la realidad.
Sin embargo, cuando se trata de comida, estas creaciones visuales a menudo no evocan apetito, sino malestar. Caen en lo que se conoce como el "valle inquietante", un ámbito en el que el realismo antinatural provoca incomodidad. Pero, ¿por qué sucede esto?
Los investigadores sugieren que la razón puede estar en la neofobia alimentaria, una cautela innata hacia los alimentos nuevos o desconocidos. Lo que reveló el estudio
Según un nuevo estudio que se publicará próximamente en la revista Appetite , las personas perciben las imágenes de alimentos generadas por IA como menos atractivas y más inquietantes en comparación con las fotografías reales o las ilustraciones de dibujos animados.
Además, las actitudes hacia estas imágenes siguen una curva compleja: al rechazo inicial le sigue un aumento en la aceptación. Los científicos plantean la hipótesis de que esta reacción no se debe al asco, que ayuda a evitar alimentos potencialmente peligrosos (como los alimentos en mal estado), sino a la neofobia alimentaria, un mecanismo natural que hace que las personas sean cautelosas con los productos desconocidos.
Estos hallazgos son importantes para el marketing, la publicidad e incluso la investigación clínica que involucra imágenes de alimentos generadas por IA.
Por qué las imágenes de alimentos captadas por IA causan malestar Los modelos generativos que convierten texto en imágenes se utilizan ampliamente en diversos campos, incluidos la publicidad y el marketing de alimentos.
Sin embargo, los consumidores tienen sentimientos encontrados sobre estas imágenes. Muchos las encuentran extrañas, poco naturales o incluso desagradables y prefieren la fotografía tradicional.
Este efecto se explica por la teoría del "valle inquietante", propuesta por el ingeniero Masahiro Mori en 1970. Mori observó que cuanto más realista parece un objeto, más agradable se vuelve, pero solo hasta cierto punto.
Cuando el realismo es demasiado alto pero sigue siendo imperfecto, el objeto comienza a parecer espeluznante. Este fenómeno se ha observado no solo en robots humanoides, sino también en la arquitectura, representaciones de animales e incluso en objetos inanimados.
Los investigadores se propusieron determinar si este principio se aplica a las imágenes de alimentos. Sospechaban que las personas podrían rechazarlas de manera similar a la comida en mal estado.
Sin embargo, los resultados mostraron que la percepción de los alimentos generados por IA está más influenciada por la neofobia que por la aversión típica a los alimentos. Cómo se realizó el experimento
Los investigadores se propusieron responder dos preguntas: si las imágenes de alimentos generadas por IA realmente desencadenan un efecto de "valle inquietante" y qué factores individuales influyen en esta percepción. Comenzaron con un estudio piloto en el que participaron 12 estudiantes de una universidad alemana.
A los participantes se les mostraron 99 imágenes generadas por IA con distintos grados de realismo y las calificaron en función de criterios como si eran agradables, inquietantes, fotorrealistas y artísticas.
A continuación, se llevó a cabo un experimento principal con 95 participantes, que vieron 38 imágenes, que iban desde realistas hasta caricaturescas, junto con fotos de alimentos en mal estado.
Evaluaron su grado de extrañeza, calidez y realismo, y completaron una prueba para medir su nivel de neofobia alimentaria. Principales hallazgos El análisis reveló que las imágenes de alimentos imperfectas generad.