Determinan la calidad de las semillas con máquina de rayos X
Investigadores del INTA Oliveros –Santa Fe– diseñaron dos equipos que permiten detectar daños en simientes, frutos y granos. Una técnica rápida y confiable que analiza sus características internas.
El uso de los rayos X se incorporó a las Reglas Internacionales de Análisis de Semillas hace varios años. A pesar de esto, no existían en el mercado equipos específicos para el análisis de semillas. Por esto, investigadores desarrollaron los equipos de rayos X Semax y Rutax, con aplicaciones específicas en control de calidad con fines de investigación y análisis de rutina.
El uso de esta herramienta, “permite la identificación de semillas de alta calidad para utilizar como simiente o como grano para usos industriales”, dijo Roque Craviotto, investigador del INTA Oliveros y uno de los responsables de los desarrollos.
Craviotto aseguró que los equipos, destinados a la investigación y al servicio de productores agropecuarios y empresas semilleras, sirven para “diferenciar semillas o frutos llenos, vanos, físicamente dañados o con presencia de huevos, pupas o insectos vivos en su interior”.
Los equipos “se utilizan en granos, semillas y frutos de cultivos como soja, trigo, maíz, girasol, sorgo y especies hortícolas y forestales”, señaló Craviotto quien explicó que “permiten realizar un monitoreo frecuente y rápido con un elevado grado de confiabilidad en el diagnóstico”.
Miriam Arango, especialista del INTA Oliveros y parte del proyecto, explicó que la radiografía aplicada al análisis de calidad de semillas es una técnica no destructiva que se emplea para evaluar las características internas, que no pueden visualizarse fácilmente, como su anatomía. En este sentido, Arango destacó que “la radiografía permite identificar cambios morfológicos que se pueden producir en las simientes en el proceso de maduración y que pueden tener influencia sobre la viabilidad y el vigor de las semillas”.
Con las imágenes radiográficas es posible evaluar de manera precisa las estructuras. Así, “podemos identificar aquellas alteraciones que indiquen la posibilidad de producción de órganos anormales y sus inevitables consecuencias en la implantación del cultivo en el campo”, indicó Arango.
Como ejemplo “se detectó precozmente el ataque de chinche en soja”, puntualizó Craviotto quien aseguró que “mediante el reconocimiento de un patrón radiográfico específico y de rápida evaluación se pudo adecuar el manejo agronómico de los lotes que aún no habían sido cosechados”.