Ojo con el torito
Los insectos de suelo pueden generar daños gravísimos en estadíos iniciales del maíz. Es necesario entender la biología para poder manejar al gusano blanco correctamente
Gusanos blancos (Coleoptera: scarabaeidae)
Los gusanos blancos son uno de los insectos más comunes asociados a la siembra directa, ya que es conocido que el laboreo del suelo no permite su desarrollo poblacional. Hasta el presente se ha identificado como especie principal de gusano blanco a las larvas del bicho torito o candado (Diloboderus abderus). Otras especies como el escarabajo rubio (Cyclocephala signaticolis) y similares como Anomala spp. no provocan daños al maíz.
El gusano blanco de D. abderus, en máximo desarrollo, alcanza los 3-4 gr, mientras que en las otras especies citadas las larvas sólo alcanzan los 0,7 - 0,8 gr. Los adultos del bicho candado se presentan durante los meses de Diciembre, Enero y Febrero y como tienen actividad diurna son fácilmente visibles cuando se desplazan cruzando lotes y caminos. Las hembras ponen los huevos en el fondo de galerías que efectúan en el suelo en forma individual, pero agrupados de tal manera que los ataques ocurren generalmente en manchones.
Las larvas pueden provocar daños en verdeos y trigo desde Abril hasta Junio-Julio, momento en que por los fríos del invierno disminuye su actividad y se los ubica a mayor profundidad. A partir de mediados de Agosto se reinicia su acción destructiva, la que finaliza a fines de Octubre-principios de Noviembre cuando se transforman en prepupas y luego en pupas para iniciar la aparición de adultos desde fines de Diciembre hasta Marzo.
En caso de inviernos muy fríos la actividad de las larvas se interrumpe en los meses de menor temperatura para reanudarse posteriormente. Las mismas destruyen el sistema radicular y tallos tiernos de los cultivos y también pueden llegar a consumir rastrojos de cultivos anteriores. Bajas poblaciones de gusanos blancos son consideradas de gran utilidad en siembra directa por facilitar la aireación e infiltración del agua y el reciclaje de nutrientes.
Control biológico
Históricamente el control de esta plaga en lotes infestados se efectuaban con el laboreo de suelo que exponen los gusanos blancos y otros insectos dañinos a factores de mortalidad natural. Investigaciones sobre el control biológico de gusanos blancos han permitido identificar a una importante diversidad de enemigos naturales que incluyen predatores, patógenos y avispas parásitas.
Una revisión bibliográfica sobre el tema permite sumar a los datos locales otros agentes de control que brindan buenas perspectivas sobre el control natural de estos insectos. Bacterias. En nuestro país no se dispone de información sobre este tipo de enemigo natural en el control de gusanos blancos. Varias cepas de la bacteria Bacillus popilliae atacan a los gusanos blancos en los EEUU donde se desarrollaron métodos para su multiplicación y utilización en el control de gusanos blancos del escarabajo japonés, Popillia japónica. Este insecto introducido durante la década de 1910 causó serios daños por la rápida difusión alcanzada y las intensas infestaciones provocadas. Los gusanos blancos se infectan con las esporas de las bacterias por ingestión y mueren a los 2-3 semanas adquiriendo una apariencia lechosa. Su gran especificidad por las larvas de P. japónica, el alto costo de su multiplicación con material vivo y la menor eficiencia del control respecto a años anteriores han sido algunos de los motivos de su bajo uso en la actualidad.
Hongos
En la región Sudeste de Córdoba son comunes los gusanos blancos muertos por Cordiceps sp., hongo saprófito de fácil reconocimiento. No se dispone información de su eficiencia. Nematodes . Especies de los generos Steinernema y Heterorhabtitis han sido desarrolladas a nivel comercial en los EE.UU. para el control de gusanos blancos. Estudios experimentales señalan que una raza de H. heliothidis provocó un 80% de mortalidad. Se estima que la falta de persistencia en campo es una limitante para su difusión.
Otros patógenos
En la presente campaña agrícola (2004/05) se observa alta mortalidad de larvas de D. abderus por una enfermedad aún no identificada pero cuyos síntomas indican la presencia de una bacteria. Larvas medianas y grandes van perdiendo movilidad y luego mueren, mientras que el cuerpo adquiere gradualmente un color negro brillante. Las larvas vivas también presentan ácaros entomófagos los cuales podrían estar asociados a la aparición del patógeno. Mientras que en los muestreos de suelo los gusanos blancos son fácilmente visibles, no ocurre lo mismo con los afectados por este patógeno.
Áreas de muestreo en un lote infestado con 27 larvas/m2 a principios de Mayo habían disminuido su población a 10/m2 en un segundo muestreo, 30 días mas tarde. El buen régimen de lluvia (435 mm en los 4 primeros meses del año) puede haber sido un factor importante para el desarrollo de la enfermedad. Si bien el complejo de enemigos naturales de la plaga es responsable de la disminución de las poblaciones de estos insectos plagas, se considera muy importante identificar y cuantificar el rol de cada uno y de esa manera poder fomentar su aumento o por lo menos no interferir su acción de control.
Predadores
Gaviotas, garzas y bandurrias entre otras aves silvestres como así también diversos mamíferos son muy importantes en el control de gusanos blancos. En lotes donde se efectúan labores de suelo se destacan las aves citadas. Las larvas de moscas de la familia Asilidae son predatoras de gusanos blancos, pero como adulto una de las especies (Mallophora ruficauda) es muy perjudicial por ser predatora de la abeja doméstica.
Parásitos
Avispas de las familias Thypiidae y Scoliidae son parásitas específicas de los gusanos blancos. En la región pampeana, adultos de Thipia sp. parasitan larvas medianas de D. abdererus en Abril y Mayo. Las larvas de las avispas están adheridas al tórax del gusano blanco y absorben su hemolinfa durante 3-4 semanas hasta completar su desarrollo. Luego tejen un capullo de seda donde permanecen en diapausa hasta la temporada siguiente para emerger como insecto adulto. Los máximos niveles de control local de Tiphia fueron de 40-50% a mediados de la década de 1990. Similar control se registró en el área del INTA de Rafaela.
En los últimos años los niveles de parasitismo de Tiphia sp. han disminuido a niveles de 10-20 % . En los EEUU se determinó que la fuente principal de alimento de estas avispas son las secreciones melosas de pulgones y cochinillas. La otra avispa parásita corresponde al genero Campsomeris (Scoliidae) y es de mayor tamaño que Thipia sp. Los adultos están presentes durante la primavera y sus larvas son también parásitos externos de larvas desarrolladas y prepupas de D. abderus. No se dispone de información sobre su eficiencia. Los adultos son muy abundantes en parques y jardines durante Octubre y principios de Noviembre. Se puede favorecer el incremento de estos y otros enemigos naturales evitando aplicaciones de insecticidas de tipo preventivo sin justificación técnica en cultivos de soja y en los barbechos químicos. La preservación de malezas en caminos internos y alambrados también favorece su acción.
Muestreo de gusanos blancos
Un primer indicio de la presencia de gusanos blancos en un lote destinado a maíz u otro cultivo de siembra en primavera son los montículos de tierra que dejan los gusanos blancos sobre el orificio de sus galerías, lo que generalmente ocurre luego de una lluvia. Estos montículos no deben confundirse con los que efectúan los grillos subterráneos cuyas galerías son mas inclinadas y ovaladas. La remoción de capas superficiales de suelo permite observar la presencia de perforaciones efectuadas por los gusanos blancos del bicho torito y señala infestación, lo que deberá confirmarse con el muestreo en profundidad. Debe tenerse en cuenta que las perforaciones del suelo pueden permanecer abiertas varios años por lo cual su número/m2 no indica el número presente de insectos. Por otro lado, los gusanos blancos de especies muy comunes como Cyclocephala signaticollis no hacen montículos de tierra como D. abderus. La unidad de muestreo para el muestreo en profundidad es de 0,25 m2 X 30 cm, y puede efectuarse en forma de círculo de 56 cm de diámetro. En lotes de 20–30 ha deberían efectuarse 10 a 15 muestreos para tener una estimación del nivel de infestación. Como umbral de tratamiento de gusanos blancos en maíz se recomienda una densidad mínima de 5-6 larvas/m2.
Reconocimiento de especies
Es muy importante confirmar la especie predominante ya que es frecuente la presencia de lotes con 90-100% de larvas de Cyclocephala, que no provocan daño al maíz. Actualmente se dispone de claves para el reconocimiento de larvas de los diferentes géneros y especies de gusanos blancos comunes en la Region Pampeana.
Control químico
Respecto al control químico de gusanos blancos en maíz es importante señalar que en la agricultura convencional se recomiendan insecticidas que luego de aplicados se incorporan al suelo por medios mecánicos, mientras que en siembra directa se pueden utilizar terápicos de semilla en dosis muy reducidas, que también están registrados para el control de otros insectos del suelo y de superficie que afectan plantas jóvenes. Los tratamientos de semilla representan un excelente método para el uso mínimo de un plaguicida ya que pueden significar más del 90% de reducción de las dosis de los productos activos utilizados en cobertura total e incorporados al suelo.
Jorge Aragón, Fernando Flores. Sección Entomología Área Suelos y Producción Vegetal. INTA Marcos Juárez