Ojo al piojo
La mayoría de los piojos que afectan a los bovinos son específicos de este ganado y no afectan a otros mamíferos
Los piojos son pequeños insectos (1 a 5 mm) sin alas que se dan en todo el mundo, sin preferencias por regiones tropicales o templadas. Las infestaciones de piojos se conocen científicamente como pediculosis.
Tambien se lo denomina como “phtiriasis” a las enfermedades causadas por los piojos en los animales. Los piojos pasan por una metamorfosis incompleta. El ciclo dura cerca de 1 mes. Cada hembra deposita entre 20 y 50 huevos (liendres) durante su vida. Los pega uno a uno a los pelos del hospedador. Su incubación dura entre 4 y 20 días. Las jóvenes ninfas se asemejan a los adultos pero son menores. La vida de los adultos dura entre 2 y 6 semanas. Fuera del hospedador sobreviven de ordinario sólo unos pocos días.
Los piojos pasan toda su vida sobre el mismo hospedador: la transmisión de un hospedador a otro es por contacto. De un potrero a otro la contaminación suele ocurrir por introducir animales infestados, si bien puede ocurrir que algunos piojos de diseminen agarrados a moscas.
Las infestaciones de piojos se desarrollan sobre todo en la estación fría y culminan al inicio de la primavera. El encierre de los animales durante la temporada fría favorece el hacinamiento y con él la transmisión por contacto entre los animales; y la alimentación más floja debilita las defensas naturales del ganado. El pelaje más denso también ofrece mejores condiciones de desarrollo para los piojos. En primavera, la alimentación mejora cuando el ganado empieza a tener disponibilidad forrajera; el pelaje más corto y la exposición al sol reducen la humedad de la piel, muchas veces en esta época la enfermedad cursa en forma subclínica. Por todo ello las infestaciones desaparecen casi siempre espontáneamente. No obstante, algunos piojos logran sobrevivir en unos pocos animales que reinfestarán a todo el lote en el próximo invierno.
Si bien todas las categorías pueden ser afectadas por piojos, las mayores cargas suelen observarse en animales jóvenes y/o en los viejos y mal alimentados.
Producen irritación que lleva a que los animales se rasquen o froten contra postes, alambres, arboles, bebederos con el fin de conseguir algún alivio. También recurren al autolamido. Aparecen lesiones en piel, áreas alopécicas, piel engrosada con pliegues y descamada.
• Especies
La mayoría de los piojos del ganado vacuno pertenecen a los piojos chupadores o picadores (anopluros), mientras que una especia pertenece a los piojos masticadores (malófagos). No obstante, en Argentina la mayoría de los establecimientos afectados presentan infestaciones mixtas de varias especies de piojos. Se han encontrado bovinos infestados simultáneamente hasta con cuatro especies diferentes.
![]() |
Bovicola bovis, el piojo del pelo de los bovinos, es un piojo masticador pequeño (1 a 2 mm) de distribución mundial, pero más frecuente en regiones frías. Es uno de los piojos más dañinos del ganado vacuno. Aparece sobre todo en el lomo, el cuello y el pecho, pero esto puede variar de una temporada a otra.
![]() |
Haematopinus quadripertusus es un piojo chupador bastante grande (3 a 4 mm de largo) que se da sobre todo en América, Asia, Australia y África subsahariana. Originalmente es específico de ganado cebú (B. indicus) pero también afecta al ganado cruzado con razas europeas (B.taurus). Este piojo puede sobrevivir hasta 40 días fuera del hospedador, si bien la mayoría no logran pasar de unos pocos días.
Solenopotes capillatus es el menor de los piojos chupadores (1 a 2 mm de largo), también de distribución mundial. Se le encuentra sobre todo en la cabeza, el cuello, los hombros, el lomo y la cola, a menudo en grupos numerosos.
Linognathus vituli, el piojo azul de cabeza larga, es otro piojo chupador de unos 2,5 mm de largo que se da en todo el mundo. Se le encuentra sobre todo en la cabeza, el pecho y alrededor del ano.
Daño e importancia económica
El daño al ganado puede ser considerable. La picadura del piojo es muy molesta y los animales afectados se rascan y frotan vigorosamente, lo que resulta en pérdida de pelo y en heridas de la piel. Todo este estrés puede causar pérdidas de peso y de producción lechera de hasta el 10%, menor calidad de los cueros. Los piojos no están implicados directamente en la transmisión de enfermedades bovinas.
• Prevención y control
La mejor manera de prevenir las infestaciones de piojos es evitar el hacinamiento excesivo del ganado, y mantenerlo bien alimentado y en buen estado de salud, pues la debilitación de las defensas naturales de los animales les hace más susceptibles a los piojos.
En regiones con estaciones frías los piojos pueden convertirse en una plaga invernal importante, especialmente en engordes a corral y tambos. Para establecimientos de riesgo se aconsejan los tratamientos preventivos en el otoño que pueden servir también para prevenir la sarna. Si se desarrolla una infestación en ganado encerrado, como se transmite de unos animales a otros con gran rapidez, es imperativo tratar a todos los animales y no sólo a los que muestran síntomas clínicos. Para evitar introducir piojos en establecimientos limpios han de tratarse también todos los animales que se incorporan al mismo, especialmente en invierno.
En las regiones cálidas sin estación marcadamente fría, no hay condiciones favorables para la multiplicación y la diseminación de los piojos. Además, en estas regiones es frecuente que los establecimientos traten periódicamente contra las moscas o garrapatas. La mayoría de estos tratamientos (baños, pour-on, etc.) con insecticidas o acaricidas de contacto también son eficaces contra los piojos, y por ello, los piojos son una plaga menos frecuente en esas regiones.
Para controlar eficazmente a los piojos se pueden emplear: baños de inmersión o aspersión a base sobre todo de insecticidas de contacto, fundamentalmente organofosforados, piretroides o amidinas. Los huevos de los piojos no se ven afectados por estos insecticidas y el efecto residual de los mismos no dura lo suficiente para controlar a todos los piojos que eclosionan de los huevos tras el primer tratamiento. Por ello, está indicado repetir el tratamiento unas 2 o 3 semanas más tarde.
Numerosos pour-on son también eficaces contra los piojos, cuya composición es en base a piretroides, organofosforados, imidacloprid o combinaciones. Algunos contienen insecticidas de contacto y se usan además para controlar garrapatas y moscas. Otros contienen insecticidas sistémicos. Finalmente, otros pour-on contienen endectocidas que son eficaces contra numerosos parásitos internos y externos, p.ej. gusaneras, miasis, moscas, etc. Los endectocidas inyectables también controlan a los piojos chupadores pues los alcanzan a través de la sangre, pero pueden fallar contra los piojos masticadores que no chupan sangre. Esto no se aplica a los endectocidas aplicados como pour-on porque, al ser aplicados sobre la superficie de los hospedadores, también actúan por contacto sobre los piojos masticadores. Algunas Caravanas usadas contra las moscas son capaces de reducir las infestaciones de piojos pero no logran su control total.
• Métodos de tratamiento
• Baños: Inmersión y Aspersión
• Pour-on
• Spot-on
• Vía parenteral
Otras medidas complementarias que deberían implementarse para un mayor control incluirían:
- Revisación periódica a fin de detectar la infestación en su etapa inicial.
- Considerar a un rodeo positivo con el solo hecho de encontrar un animal infestado.
- Tratamiento de todo animal nuevo que ingrese a un establecimiento libre piojos.
- En rodeos infestados usar piojicidas de amplio espectro y prolongado poder residual para eliminar la parasitación presente y anular la difusión de la misma.
Guillermo Cledou MV | Cicloneo.com