Estados Unidos y el Covid-19 suman dolores de cabeza para el biodiésel argentino
El Gobierno norteamericano ratificó su decisión de aplicar aranceles antidumping al biocombustible nacional. La pandemia global reduce los consumos de gasoil y eso afecta a los fabricantes.
El biodiésel argentino, uno de los principales productos de exportación que surge del procesamiento de la soja, vive un presente complicado como consecuencia de una decisión tomada por el Gobierno de Estados Unidos y por los efectos de la pandemia global de Covid-19.
En el primer caso, el Departamento de Comercio del país norteamericano decidió desechar la revisión de cambio de circunstancias que había solicitado el Estado argentino, que apuntaba a que la administración de Donald Trump desista de la aplicación de aranceles antidumping al biodiésel nacional.
Estos aranceles llegan hasta el 74 por ciento y hacen inviable el comercio exterior de ese producto hacia este país. Si bien es una disputa que tiene larga data y hace tiempo que Argentina no envía biodiésel a EE.UU., la industria no deja de confiar en que esta situación se revierta.
En un comunicado, la Cámara Argentina de Biocombustibles (Carbio) ratificó que "no existieron ni existen condiciones de dumping ni de subsidios en las exportaciones de biodiésel de soja" como denuncia Estados Unidos.
Y recordó que todavía hay una luz de esperanza: todavía resta por resolverse un caso abierto por las empresas exportadoras de biodiésel de Argentina ante la Corte de Comercio Internacional en Nueva York, en el que cuestionan la investigación de dumping hecha por el gobierno norteamericano.
Esta esperanza de Carbio se apoya en un caso similar que hubo hace algunos años, cuando la Unión Europea también denunció prácticas de dumping en las exportaciones de biodiésel, y la Organización Mundial del Comercio (OMC) finalmente falló a favor de la Argentina.
Pandemia negativa
En tanto, el otro frente tormentoso para el biodiésel se relaciona con la caída de la demanda global de gasoil como consecuencia de las medidas de confinamiento que toman todos los países para prevenir el contagio del nuevo coronavirus.
El biodiésel se usa como insumo para "cortar" el gasoil y, en el caso de Argentina, el principal mercado es Europa, que en los últimos meses ha dejado de comprarlo ante el menor consumo.
El presidente de Carbio, Luis Zubizarreta, dijo a La Nación que desde abril no se están haciendo embarques.
El titular de la Cámara de la Industria Aceitera y el Centro de Exportadores de Cereales (Ciara-CEC), Gustavo Idígoras, alertó además que el biodiésel atraviesa un complejo panorama porque hay países "desarmando" el negocio y porque hay cierres de mercados.
Fuente: AGroVoz
