España impulsa la venta de alimentos "feos" para evitar su desperdicio
El Consejo de Ministros de España aprobó un anteproyecto de ley que busca evitar el desperdicio de alimentos al fomentar la venta de productos "feos, imperfectos o poco estéticos" que estén en condiciones de ser consumidos.
El Consejo de Ministros de España aprobó un anteproyecto de ley que busca evitar el desperdicio de alimentos al fomentar la venta de productos "feos, imperfectos o poco estéticos" que estén en condiciones de ser consumidos.
Luis Planas, ministro de Agricultura, Pesca y Alimentos, resaltó que "no hay producto alimenticio más caro que aquel que acaba en la basura, que aquel que se despilfarra", a la vez que detalló que durante el año pasado fueron tirados a la basura más de 1.300 millones de kilos de comida, lo que equivale a 31 kilos per cápita. "Tres de cada cuatro hogares españoles desperdician comida", agregó.
El proyecto de ley sobre prevención de las pérdidas y el desperdicio alimentario también tiene como objetivo dar un incentivo a la comercialización de alimentos de proximidad, a granel y ecológicos, según indicó el sitio RTenespañol.
Además, el ministro consideró que es un "imperativo ético" que la sociedad se involucre en esta cuestión, ya que tirar alimentos termina por encarecer el acceso a bienes de primera necesidad, aumenta los residuos con su consiguiente impacto ambiental, desperdicia recursos naturales y le quita eficiencia a la competitividad del sector productivo.
El proyecto de ley prevé que todos los integrantes de la cadena de producción pongan en marcha un plan para evitar los desperdicios que incluya donaciones a empresas sin fines de lucro o a bancos de alimentos.
Además, será necesario contar con instalaciones apropiadas y con personal capacitado para que el proceso de manipulación, almacenamiento y transporte minimice los residuos.
Planas también explicó que cuando los alimentos ya no estén en condiciones de ser consumidos deberán emplearse como subproductos para alimentación de animales o para "otros sectores", como "compostaje en la agricultura o como materia energética" en la fabricación de biogás u de otros combustibles.
España se convierte de esta forma en el tercer país de la Unión Europea en impulsar una legislación sobre este tema, después de Italia y Francia.