AGRICULTURA

Se dificulta la siembra de trigo por falta de agua del suelo

La campaña fina continúa retrasada, y se sostiene, sobre todo, por los avances en el sudeste de Buenos Aires, donde la reserva hídrica del suelo es adecuada. Existe una probabilidad del 52% de que continúen condiciones de La Niña durante el trimestre julio-agosto-septiembre.

7 de Julio de 2022

 En su informe del 4 de julio, la cátedra de Climatología y Fenología Agrícolas de la Facultad de Agronomía de la UBA (FAUBA) indicó que las demoras en la siembra de los cereales de invierno en la región de secano argentina obedecen a la escasez de humedad en el suelo, principalmente en el centro-oeste de esta región. Esto, junto con las bajas temperaturas, podría disminuir la superficie estimada para el cereal a nivel nacional. Mientras tanto, en el sudeste de la provincia de Buenos Aires, la buena disponibilidad de agua en el suelo permite que las labores para la campaña fina avancen a buen ritmo. En cuanto al pronóstico de El Niño-Oscilación del Sur, con un 52% de probabilidades se espera que en julio, agosto y septiembre continúen las condiciones Niña.

Para Adela Veliz, docente de Climatología y Fenología Agrícolas en la FAUBA, la notable disminución de humedad en la capa arable del suelo desde el sudeste de Buenos Aires hasta el centro-oeste de la región agrícola de secano demora las labores de siembra del trigo. A esto se debe sumar la ocurrencia de heladas, que hacen más lento todo el proceso. La situación es compleja debido a la influencia de tres Niñas consecutivas.

"Las lluvias de junio fueron extremadamente escasas, con valores muy por debajo de lo normal en casi todo el país, salvo en un área de la región chaqueña y en la cordillera norpatagónica, donde se registraron nevadas abundantes en los últimos días. Esa situación hizo que empeoraran las condiciones de sequía en gran parte del área agrícola de secano, a excepción del sudeste de la provincia de Buenos Aires. Sin embargo, las condiciones deficitarias se acentuaron en el centro de Buenos Aires, en la zona núcleo y en gran parte de la provincia de Córdoba", explicó Veliz, coautora del informe junto con Liliana Spescha y María Elena Fernández Long, docentes de la misma cátedra.

Por su parte, Liliana Spescha, para ejemplificar la situación descripta, presentó la evolución del almacenaje de agua en el suelo -tomando hasta un metro de profundidad en el perfil- en dos localidades con situaciones hídricas diferentes. "En Río Cuarto, Córdoba, los niveles de reserva vienen disminuyendo desde principios de año hasta valores por debajo del punto de marchitez permanente. En esta localidad cabe observar la situación tan diferente que transcurría al inicio de la campaña 2021/2022. En cambio, en la localidad bonaerense de Tres Arroyos, el estado de humedad del suelo se encuentra en condiciones muy favorables para las labores de siembra de trigo y para luego sustentar el inicio del cultivo".

Los gráficos muestran la evolución del almacenaje de agua en el suelo para el período julio 2021-junio 2022 en dos localidades con situaciones hídricas contrastantes: Río Cuarto (panel de la izquierda) y Tres Arroyos (panel de la derecha).

Los gráficos muestran la evolución del almacenaje de agua en el suelo para el período julio 2021-junio 2022 en dos localidades con situaciones hídricas contrastantes: Río Cuarto (panel de la izquierda) y Tres Arroyos (panel de la derecha).

Sin embargo, el informe destaca que en el resto de las regiones, las escasas reservas, sumadas a las temperaturas bajas que se vienen registrando desde junio causaron, en muchos casos, fallas y retrasos en la emergencia del cereal. Esto provocaría un recorte en la superficie estimada a nivel nacional al principio de la campaña, que -según información de los organismos oficiales- era de 6,7 millones de hectáreas. Además, es posible que los lotes donde no se llegue a sembrar trigo, por quedar fuera de la ventana de siembra para los ciclos correspondientes, se destinen a maíz temprano en los próximos meses.

"Más allá del efecto en el arranque de la campaña fina -agregó Spescha-, también hay que considerar el impacto en la producción ganadera por una menor productividad de los pastizales y las pasturas. Por esto, en muchos establecimientos, los productores se ven obligados a usar las reservas anticipadamente o a afrontar gastos no previstos de suplementación".

Fuente: FAUBA

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