Las turbulencias de la macroeconomía y la política argentina impulsaron los precios de la hacienda con destino a engorde. Ante un escenario de creciente incertidumbre, el ternero fue elegido como refugio de valor. Por otra parte, la caída estacional de oferta y las lluvias que llegaron a la zona centro del país sumaron factores alcistas para los precios de los livianos.