Agroquímicos

Pulverizar bien

Las nuevas tecnologías de detección de malezas ofrecen una gran oportunidad para disminuir el volumen de fitosanitarios aplicado

Ing. Agr. Ezequiel Pezzoni para Chacra
20 de Noviembre de 2013

El mercado de productos fitosanitarios ha mostrado, desde el año 1990 a la fecha un crecimiento superior a 1000 % en valores físicos, es decir kilos o litros de producto formulado comercializado. Alrededor del 60 % del total vendido los últimos años está representado por los herbicidas, para el año 2011 esto significó una erogación por parte de los productores, equivalente a 1215 millones de dólares. Dos de las principales razones para esta realidad son, el innegable crecimiento de la superficie sembrada con soja RR y el también innegable crecimiento de la siembra directa.

A partir de dichos valores suena muy razonable analizar la posibilidad de reducir la aplicación de herbicidas en el campo argentino. Sin dejar de considerar además el beneficio para el agroecosistema y el medioambiente en que vivimos.

Una realidad mejorable

En términos generales los herbicidas son aplicados en cobertura total, es decir, en dosis uniforme dentro de cada lote, lo cual no está mal, pero puede mejorarse. No estoy haciendo referencia a variar la dosis de herbicida aplicado, esto no es recomendable ya que de ella depende la eficiencia de control. Recordemos que la distribución de malezas en un lote no es uniforme en toda la superficie. Existen los conocidos manchones de malezas en determinados sectores, dentro de cada lote o campo. Esos manchones pueden cubrir desde poca superficie 15 a 20 % hasta más del 80 %.

Así las cosas, la aplicación de herbicidas dirigida, solo a los sectores con presencia de malezas puede reducir el gasto del fitosanitario. En función de la cobertura que las malezas muestren, el ahorro será más significativo o no.

La tecnología

Existen hoy en el mercado sensores que permiten diferenciar la presencia de malezas por la diferente radiación reflejada por éstas, versus el rastrojo o suelo desnudo.

Foto N° 1: Sensor óptico para detección de malezas en barbecho.

Las plantas, gracias a la clorofila, absorben mucha luz en la franja del rojo y reflejan en la franja del infrarrojo. Por el contrario, las partículas de suelo y el mismo rastrojo reflejan menos cantidad de luz en la franja del infrarrojo. El elemento sensible es capaz de discriminar la diferencia que existe entre una y otra reflexión. Luego un ordenador específicamente programado recibe esta información y envia, a su vez, un impulso eléctrico para abrir y cerrar el paso de caldo por los picos pulverizadores mediante una electro válvula.

De esta manera solo se aplicará herbicida sobre las malezas y no en cobertura total.

Economía

La conveniencia económica del uso de estos sensores estará determinada por los siguientes factores:

Porcentaje de cobertura de las malezas en los lotes a trabajar. Cuando la cobertura es elevada, el ahorro de producto será bajo por lo que se necesitarán mas hectáreas para amortizar el costo de inversión en los sensores.

Cantidad de hectáreas a trabajar en barbecho. El beneficio de esta herramienta es claro, pero solo para aplicaciones en pre-siembra y pre-emergencia.

El costo del herbicida utilizado. Cuanto mayor sea el valor y la cantidad de producto formulado que se aplica por hectárea, se requerirán menos hectáreas para recuperar la inversión, ya que el ahorro en $/ha será mayor.

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