El productor recibe $1,50 por el kg de manzana, $1 por la pera y $0,50 por la naranja
Con una verdulería a los pies del obelisco la Mesa de Enlace realizó la última protesta antes de las elecciones
Durante buena parte de los casi 12 años de kirchnerismo, tanto Néstor como Cristina pusieron en la vereda de enfrente al sector agropecuario representado en la Mesa de Enlace (después del conflicto por la 125 en 2008 la relación se rompió para siempre). Así, el interminable enfrentamiento entre el Gobierno y el campo pasó por distintas etapas. Los vaivenes de la política, de la economía y las internas dentro de las cuatro entidades rurales hicieron que el conflicto fuera mutando.
En este escenario, la actual Mesa de Enlace -conformada por la Sociedad Rural (SRA), Confederaciones Rurales (CRA) y Coninagro- organizaron este miércoles lo que se denominó la última protesta del campo en la era K.
La apuesta de los directivos de las tres entidades no fue del todo arriesgada. Se trató, en rigor, de una jornada de concientización y esclarecimiento acerca de la creciente brecha de precios que existe entre lo que cobra el productor y lo que paga el consumidor.
La metodología de protesta ya tenía un antecedente que había funcionado. Al realizarse en el Obelisco porteño de 7 a 10 horas con una colorida logística -que incluyó banderas, carteles, panfletos, frutas y verduras- la cobertura mediática estaba garantizada.
Es decir, de esta manera la Mesa de Enlace consiguió darle estado público al reclamo alejándose de las críticas y de alguna forma logró enviarle un mensaje al próximo presidente acerca de lo que necesita el sector a partir del próximo 10 de diciembre.
“Esta situación se revertirá si se eliminan las retenciones a las exportaciones, si se baja la presión impositiva, se eliminan las trabas a las ventas externas y se trabaja para abrir nuevos mercados”, apuntaron en un comunicado de prensa las tres entidades.
“Es necesario sincerar la situación económica, reducir los niveles de inflación y realizar las obras de infraestructura que permitan bajar los costos del transporte de los productos”, agregó la Mesa de Enlace en un mensaje al próximo presidente.
Macri se sumó a la protesta
Las entidades aprovecharon para repasar lo que representó la era K para el campo (de 2003 a 2015): “Dejaron la actividad 95.000 productores, desapareció un tambo por día, cerraron 138 frigoríficos y caerá la siembra por cuarto año consecutivo”, aseguraron.
En tanto, los carteles y las infografías en el Obelisco hablaban por sí solas. Allí podía observarse lo que cobran los productores: por el kilo de manzana el productor recibe $ 1,50; por la pera $ 1; por la naranja $ 0,50; por la leche $ 2,40; y por el tomate $ 1.
Así las cosas, bajo la consigna “No Maten al Campo”, al Obelisco se acercaron alrededor de 350 personas entre productores, dirigentes rurales y referentes de los distintos espacios políticos entre los que se destacó la presencia de Cambiemos.
Fue Mauricio Macri quien llegó muy temprano, ni bien comenzó la protesta para apoyar el reclamo del campo. Allí fue acompañado por su candidata bonaerense, María Eugenia Vidal, su aliado sindical, Gerónimo “Momo” Venegas, y la diputada Cornelia Schmidt.
Pero también Sergio Massa no quería perderse la oportunidad de mostrar cierto apoyo político al reclamo y mandó a Carlos Garetto, su referente en temas agropecuarios y quien será su ministro de Agricultura en caso de ganar las elecciones presidenciales.
