Flores secas
Con las mismas instalaciones y tecnología los horticultores pueden dedicar parte de sus recursos a esta producción que tiene un interesante mercado.
Los horticultores cuyanos pudieron encontrar en el INTA Expone una alternativa de producción y mercado para su actividad. Con el mismo espacio y las mismas instalaciones ahora pueden diversificar su producción y ofrecer flores secas. El cultivo de estas variedades le brinda además otras ventajas a la huerta, como la atracción de muchos polinizadores por la cantidad de colores de las flores, y un agregado de materia orgánica al suelo que es tan pobre en esta región, ya que al cortar las flores queda el rastrojo como base para futuros cultivos.
“Esta idea se trajo de Salta cuando no se podía tener nada con reservorios de agua por el problema del dengue, y allí empezaron a ver cómo podían tener flores sin necesidad de usar agua”, introdujo la ing. Gabriela Fernández, del Centro de Desarrollo Vitícola de Caucete, San Juan, “Estas flores tienen la característica de que los pétalos no se les caen y que conservan por mucho tiempo su color. Principalmente, promovemos el cultivo de la estátice y de la siempreviva. Alrededor de diez productores ya se han comenzado a desarrollar este emprendimiento como alternativa a su actividad tradicional. Antes las distribuían con intermediarios, pero ahora aprendieron la técnica y se las reservan para hacer artesanías o ramos para vender”.
La estátice o Limonium es originaria de la zona perimetral mediterránea europea, en especial de la zona norte africana, por lo tanto es bastante fácil de encontrarla en la costa mediterránea en estado silvestre. Esta flor ha sido mejorada genéticamente durante estas últimas décadas y se cultiva con el objetivo de ser utilizada en ramos ornamentales y como planta de jardín, ya que tiene gran cantidad de colores. Las flores nacen agrupadas en una sola dirección como espigas inclinadas sobre su propio tallo y pueden presentar dos colores diferentes en la misma planta.
No es una especie muy exigente en materia de suelos. En la zona cordillerana se siembra en almácigo porque las heladas tardías pueden dañar y hasta matar a las plantas, y en septiembre se trasplantan. Se cultivan unos cuatro meses y luego se cortan. Las plantas tienen una corola colorada, que contienen la flor que no está a la vista. Se cortan cuando comienza a abrirse la corola. Luego se cuelgan boca abajo en manojos de tres o cuatro pedúnculos. El secado debe realizarse en un ambiente seco y oscuro para que el sol no le quite el color. La estátice es una especie bianual.
La siempreviva, o flor de papel, es una variedad anual. Las flores están formadas por multitud de brácteas coriáceas de colores muy brillantes, con mezclas de amarillo, blanco, rosa y rojo. Tienen un prolongado periodo de floración que la hace interesante para su cultivo en jardín y luego como flor de corte y secado.
Necesitan pleno sol para florecer y resisten bien al calor. El riego debe ser regular -cada dos o tres días- y en poca cantidad. Cada tanto se deben eliminar las flores marchitas para prolongar la floración. En estas producciones también se pueden incluir a los cardos que se secan y se tiñen con anilinas.
“El mercado está empezando a desarrollarse y en San Juan es ideal porque no hay problemas de humedad, entonces las plantas no desarrollan hongos ni hay enfermedades. Para los productores sanjuaninos es la posibilidad de incursionar en una producción a la que le pueden agregar valor”, concluyó Fernández.