Legislativas

"El Congreso tiene la obligación de acompañar y sacar esta ley"

Desde el Museo del Bicentenario de Casa Rosada, el presidente anunciò el envío del proyecto de renta inesperada. Estuvo acompañado del ministro de Economía, Martín Guzmán.

El Parlamentario
7 de Junio de 2022

 Un mes y medio después de haberlo anunciado, precisamente el 18 de abril, el presidente de la Nación, Alberto Fernández, presentó este lunes en un acto que se llevó a cabo en el Museo del Bicentenario de Casa Rosada, junto a su ministro de Economía, Martín Guzmán, el proyecto de ley de renta inesperada, con el que busca redistribuir las ganancias extraordinarias obtenidas por las empresas a partir del shock generado por la guerra entre Rusia y Ucrania.

El jefe de Estado sentó presión a los legisladores porque "el Congreso tiene la obligación de acompañar y sacar esta ley". En tanto el titular de la cartera de Economía respaldó la iniciativa porque es "una política desde el Estado decidida a que tengamos una sociedad más equitativa".

Al comienzo de su ponencia, Guzmán apuntó contra la gestión anterior porque "en los últimos años el mundo y la Argentina han atravesado tiempos difíciles en un país que, cuando llega la pandemia, ya transitaba una profunda crisis económica y social que comenzó en el 2018 luego del colapso del modelo económico que imperaba en ese momento, que infringió un gran daño al tejido productivo y social".

"En un contexto donde el Estado estaba agobiado por deudas externas, tenía una muy fuerte limitación en los instrumentos para lidiar con la situación. La Argentina impulsada por una acción decisiva por parte del Estado mostró una gran resiliencia para sostenerse y para recuperarse", aseguró el funcionario.

Y comparó: "Hubo un Gobierno que priorizó el trabajo y la producción y lo que vivimos desde finales del 2020 y principios del 2021 es una recuperación económica fuerte. El producto creció más del 10% el año pasado, se crearon aproximadamente un millón de puestos de trabajos con la tasa de desempleo reduciéndose al 7%. La Argentina fue logrando superar obstáculos muy grandes que se habían generado con un modelo que puso la especulación financiera en el centro, en lugar del trabajo y la producción".

"En ese contexto aún quedó la necesidad tan importante, desde el punto de vista social y económico, de afianzar una recuperación del poder adquisitivo de los salarios y de los ingresos. Una política desde el Estado decidida a que tengamos una sociedad más equitativa y desde los números de los ingresos eso se refleja", manifestó el economista.

Y siguió: "En ese contexto donde Argentina y el mundo se estaba recuperando, llegó la guerra que generó grandes problemas. Todo el mundo está lidiando con problemas de inflación, de distribución de ingresos y con la necesidad de acciones por parte de los Estados para que haya menor pobreza y menor desigualdad". "Hay sectores que se han beneficiado de la situación de la guerra porque hay precios de commodities que han experimentado aumentos grandes. Los precios que determinan la canasta de alimentos han subido muy rápido en el mundo desde el comienzo de la guerra. Lo mismo ocurrió con la energía, es un fenómeno que se viene presentando desde el 2020 en el contexto de la pandemia y se agravó este año", relató Guzmán.

En ese sentido, continuó: "También hubo impacto para otros sectores en otros costos como los precios de fertilizantes, hubo un shock a la distribución de los ingresos y riquezas y si no se hace nada, la consecuencia es mayor desigualdad y sociedades que funcionan peor".

Pedimos el acompañamiento del Congreso para evitar injusticias para que el país siga por el camino del progreso y sostener el crecimiento".

"El Estado debe cumplir su rol para que una sociedad progrese, para que una sociedad no sufra más desigualdad, sean cuales sean las circunstancias que operen, es algo perverso y no nos representa. No debería representarnos", señaló el ministro y describió: "Queremos que la economía crezca, que las empresas ganen, pero que el crecimiento sea compartido, que llegue a todos los trabajadores. No solo es una cuestión de justicia social, sino que es necesario para un correcto funcionamiento de la economía que, si no ataca los problemas de desigualdad, no logra una pujanza en la demanda. Necesitamos una sociedad más equitativa para que el crecimiento de la oferta y demanda vayan de la mano".

Y cerró: "Pedimos el acompañamiento del Congreso para evitar injusticias para que el país siga por el camino del progreso y sostener el crecimiento. Nuestro gobierno siempre apuntó a fortalecer el esquema productivo, la industria, para que argentina, tenga un perfil de mayor fuerza y diversificación".

A su turno, el presidente de la Nación expresó: "Los que tienen rentas inesperadas pueden colaborar con el conjunto social. Estamos viviendo una historia singular, el mundo está viviendo una guerra que no tiene las características que en la guerra tradicional tuvo. Es una guerra que se globaliza, donde no hay un teatro de operaciones que se ve afectado por bombas o tiros. Hay una guerra de carácter económico que trasciende las fronteras de los países en conflicto".

"Estamos en riesgo de que el mundo entre en un proceso de falta de alimentos grande. Un riesgo creciente porque han salido dos grandes exportadores de trigo y no está en la oferta del mundo, son alimentos que faltan en el mundo", informó.

En ese sentido, indicó que "la crisis ya afecta a África, a Asia, a países de Centro América. Cuanto más trigo falta más suben los precios, algo inesperado que pasó en diciembre. El mundo, esta guerra nos somete a dos realidades: que millones de seres humanos entren en riesgo y que poquitos ganen muchísimo con los efectos de la guerra. Esa es la inmoralidad que no podemos permitir porque está claro que esta guerra se convierte en una oportunidad. Todos los precios suben y unos pocos con todo eso medran y no llega al conjunto social, esas ganancias que no esperaban tener no llegan a todo el conjunto social".

"Vivimos en el continente más desigual del mundo y no podemos quedarnos de brazos cruzados en esa realidad. Queremos generar un enorme debate de cómo queremos vivir en Argentina, donde algunos ganan mucho y otros ganan pocos, eso no es una sociedad eso es una estafa, no vamos a convalidar estafas, sino igualdad", adelantó Fernández.

Y finalizó: "El Congreso tiene la obligación de acompañar y sacar esta ley, es una obligación de todos porque necesitamos que en una situación tan ingrata, que no sabemos cuándo va a terminar, unos pocos no ganen tanto en desmedro de las grandes mayorías".


¿Qué dijo del proyecto?

Al referirse a la iniciativa puntualmente, Guzmán señaló: "Diseñamos un mecanismo para administrar esta renta inesperada de la guerra, esta situación que afecta negativamente a millones y que beneficia a pocos de modo de lograr que esto no ocurra".

"Estamos presentando es un mecanismo que busca garantizar que en Argentina haya condiciones de mayor equidad y que se fomente la inversión y el desarrollo productivo. Se desarrolla un instrumento que es una alícuota sobre las ganancias de sociedades de capitales que aplica a un ejercicio fiscal del 2022", precisó. El criterio para aplicar una alícuota sobre el componente de ganancia inesperado se enfoca en un conjunto de empresa que tienen ganancias netas imponibles altas en términos absolutos. Se aclara que esa no es una condición única, sino una condición necesaria.

Según el ministro de Economía, el 1% de las empresas alcanzaron ganancias superiores a los $1.000 millones. La ganancia incrementada en forma significativa se contempla con respecto a 2020. De este impuesto queda fuera el sector PyME. En 2021 tan solo el 3,2% de las empresas de nuestro país tuvieron una ganancia semejante.

Respecto a la base imponible, explicó: "Es lo que identificamos como renta inesperada que es la ganancia neta imponible, que en términos reales sea mayor al del año anterior. Para alcanzar de este mecanismo, las empresas tienen que tener una ganancia neta imponible o contable que supere a los mil millones de pesos y que se cumpla 1 de 2 condiciones, además de haber experimentado un aumento de la ganancia en términos reales. Esas dos condiciones buscan identificar crecimiento real significativo que denote renta inesperada".

"Una condición es que el margen de ganancias en el 2022 sea superior al 10%. Uno de los problemas más grandes de la globalización es que las grandes empresas multinacionales eluden impuestos a través del uso de guaridas fiscales y de esa forma desfinancias a los Estados", sumó el funcionario. Otra de las conficiones es que "el aumento del margen de ganancias del 2022 en relación al 2021 haya crecido en un 20% o más".

Por otro lado, remarcó que "es un impuesto coparticipable que le va a permitir, tanto a la Nación como a las provincias contar con recursos para implementar políticas públicas en pos de un país con mayor fuerza productiva y equilibrio social. Es un estado que defiende al tejido social".

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