Las reservas hídricas mejoraron levemente sobre el centro oeste de Santa Fe
La transición intermensual no aportó ningún alivio a la complicada situación pluvial que viene padeciendo la zona núcleo de la región pampeana.
En los últimos siete días, cambio de mes incluido, las lluvias volvieron a estar completamente ausentes en las provincias de Córdoba, La Pampa y Buenos Aires, donde solo algunas leves lloviznas afectaron la costa atlántica. En Santa Fe el escenario fue similar hasta el miércoles 3 de agosto, momento en el que algunas lluvias débiles se produjeron sobre el centro y noreste provincial, mejorando levemente las reservas superficiales de ese sector, pero excluyendo totalmente al sur de la provincia.
Como viene ocurriendo desde el inicio del trimestre frío distinto fue el caso de Entre Ríos y las provincias mesopotámicas, donde el patrón invernal de precipitaciones recostadas sobre el este del país se viene cumpliendo de manera apropiada. Sobre el territorio entrerriano estos últimos desarrollos dejaron como saldo acumulados que, en algunos casos, superaron los 30 milímetros en pocas horas.
Solo hemos transitado la mitad del invierno y la escasez de agua en la franja oeste es extrema y se acrecienta con cada día que pasa. Esto suele ocurrir todos los inviernos de forma más paulatina, pero este año el legado de un otoño muy seco plantea un panorama mucho más complejo si consideramos que falta completar la mitad del trimestre frío para llegar al periodo en el cual las lluvias normalmente suelen mejorar.
Con la distribución que presentaron las precipitaciones en los últimos siete días las reservas de agua en el suelo mejoraron en Entre Ríos y más levemente sobre el centro oeste de Santa Fe, zonas que se suman a la recuperación que tuvo la provincia de Buenos Aires después de las lluvias de la última semana de julio.
El sudeste bonaerense y Entre Ríos son los sectores con mejores reservas de agua pero a medida que nos desplazamos hacia el oeste la demanda se acentúa ejerciendo cada vez más presión sobre los cultivos implantados en el centro de la zona núcleo.
Los pronósticos de corto plazo son poco alentadores más allá de algunas lluvias y tormentas aisladas. En el mejor de los casos contemplan una distribución geográfica similar a las anteriores, con pocas probabilidades de satisfacer el requerimiento de agua sobre la franja oeste.
Agosto se inicia con un cambio de ambiente y una mayor circulación de aire tropical sobre el litoral y el centro de la región pampeana. Esta presencia de aire más cálido y húmedo no es sinónimo de mejoras pluviales en el corto plazo pero es una condición imprescindible pensando en una recuperación de las lluvias durante la próxima transición estacional.