Con una mirada entusiasta y crítica, Jorge Bassi, vicepresidente de Fertilizar, destacó el éxito del Simposio Fertilizar 2025 y reflexionó sobre los desafíos que enfrenta hoy el sector agropecuario. "Un éxito el simposio. Hemos hecho foco en mejorar la experiencia de las personas que vienen. Tenemos stands temáticos de fertilizantes, laboratorios de suelos, georreferenciación, porque queremos que las personas, cuando vengan, tengan la oportunidad de tener buenas charlas y buenos contactos", señaló.

La edición 2025 del encuentro, según Bassi, logró una gran convocatoria y niveles de disertación que entusiasman al sector. "Felicitar a todos los chicos de Fertilizar, que hicieron un gran trabajo porque está muy bien logrado y el nivel de las charlas fue excelente", sostuvo Bassi y agregó que "la gente se va motivada, con ideas, y eso es lo que hace que esas ideas después se multipliquen y repercutan".

Uno de los ejes centrales del simposio fue la presentación del nuevo mapa de fertilidad de los suelos, que arrojó conclusiones reveladoras. "Se ven claramente cómo los nutrientes, obviamente, el suelo se va desgastando con la producción agrícola, pero cuando empiezan a retornar vía la fertilización, el mapa lo demuestra. Nosotros venimos trabajando hace años en fertilizar con zinc trigo y maíz en la zona núcleo, y el nivel de zinc mejoró", afirmó y advirtió: "Ahora los mapas nos empiezan a hablar de magnesio, de boro; tenemos que investigar más para darle al productor herramientas que corrijan esos nutrientes que no venimos incorporando".

Bassi también fue claro al referirse al contexto económico y a las limitaciones estructurales que aún condicionan el desarrollo de una fertilización más estratégica: "Hoy el mercado es más grande que hace unos años, pero sigue dominado por un paradigma rentista de corto plazo. El productor argentino vive con campos alquilados y dificultades de financiación. Salvo en soja y pasturas, donde hay mucho potencial, en otros cultivos como trigo y maíz hay que ajustar el nitrógeno, pero estamos cerca del óptimo".

El referente también reflexionó sobre el impacto de las retenciones en la inversión del productor. "El conocimiento está, los números dan, incluso a pesar de las retenciones, pero la realidad es que la soja vale muy poco a nivel global", señaló Bassi y sentenció: "La soja fue la gran vaca lechera del negocio del agro desde los 90, pero nada es eterno".

En ese marco, llamó a pensar en nuevos modelos productivos. "Hay que pensar en intensificación de cultivos. Yo estoy trabajando en colza, camelina, cártamo en el norte, que permiten aprovechar el invierno con más cultivos y le dan oportunidades al productor", contó Bassi y explicó que "es la agricultura que viene, una agricultura más de doble cultivo, sacándole un muy buen jugo a cada hectárea".

Finalmente, Bassi subrayó que, para avanzar hacia ese modelo, el productor necesita previsibilidad: "Para intensificar y apostar a nuevas tecnologías, se necesitan reglas de juego adaptables durante un proceso de mediano plazo por lo menos".