En expansión
La presencia y abundancia de especies del género Chloris está aumentando en lotes de producción. En Argentina existen al menos 15 especies
El éxito de las malezas en los sistemas agrícolas depende de los atributos que le confieren capacidad para sobrevivir a los disturbios y ajustarse a la oferta ambiental. Por ejemplo, las labranzas y la aplicación de herbicidas en los cultivos pueden provocar cambios cuali y cuantitativos en la comunidad de las malezas.
En Argentina, más del 70% de la tierra cultivada es manejada bajo siembra directa. En dichos sistemas, las gramíneas anuales se han constituido en uno de los principales problemas de malezas. Dentro de éstas, especies de los géneros Echinocloa, Chloris y Sorghum han comenzado a adquirir importancia en los sistemas agrícolas del área central Argentina.
Importancia de los residuales
El uso de los herbicidas residuales, seguido por una aplicación de glifosato luego de emergido el cultivo, puede resultar en un control de malezas más consistente, reduciendo el tamaño y la cantidad de malezas presentes en el momento de aplicar glifosato, además ofrece una mayor flexibilidad en la ventana de utilización de éste y contribuye a reducir la magnitud del banco de semillas.
Una de las mayores preocupaciones que tienen numerosos productores al momento de evaluar la implementación de pre-emergentes es el costo. Mientras que un herbicida residual puede aumentar el costo de un programa de manejo de malezas, los beneficios resultantes en el mediano y largo plazo, a menudo compensan el costo, aumentando la eficacia en el control y el rendimiento del cultivo.
La adición del herbicida residual en el programa puede proporcionar un control más consistente de malezas difíciles de controlar, retrasar el tratamiento de post-emergencia y reducir la presión de selección de biotipos resistentes. Algunos herbicidas residuales podrían asociarse con aplicaciones en cultivos en postemergencia para mejorar el control de malezas y aumentar la diversidad de herbicidas en el programa de manejo de malezas resistentes.
Chloris spp.
La presencia y abundancia de especies del género Chloris está aumentando en lotes de producción. Es importante destacar que dentro del género Chloris, en Argentina existen al menos 15 especies a las que habría que sumar las correspondientes al género Trichloris y otras especies pertenecientes a la tribu de las Chlorideas, de las cuales algunas son anuales, otras son perennes y no son homogéneas en cuanto su distribución geográfica así como tampoco en lo referentes a su respuesta a herbicidas.
Esto complica significativamente su estudio y su manejo, ya que no se cuenta con alternativas tecnológicas uniformes o estándar, al menos en la medida que los usuarios de la tecnología pretenden o demandan. Su presencia en los sistemas productivos agrícolas no es una novedad, ya que Lorenzo Parodi, en su tesis de grado en el año 1919 en la UBA, cita para la formación pampeana a Ch. ciliata, Ch. virgata, Ch. argentinensis, Spartina spp. y otras. Dentro del género Chloris, existen especies herbáceas, de ciclo primavero-estival, cespitosas y en algunos casos estolonífera, de hasta 1 m de alto.
Florecen de septiembre a marzo. Se reproducen fácilmente por semillas y por estolones. Se adaptan a un amplio rango de ambientes, desde zonas húmedas hasta desérticas tropicales. Son capaces de vivir con tan sólo 300 mm de precipitación anual, aunque su óptimo está en los climas tropicales y subtropicales con máximos estivales y un periodo moderado de sequía. En lo que respecta a las temperaturas, no soporta las heladas fuertes o prolongadas.
En lotes con elevada infestación de este grupo de malezas se registraron pérdidas de rendimiento superiores al 80%. Chloris virgata es una hierba anual, erecta, macolladora, de 10 a 70 cm de altura. Es una de las especies más frecuentes en el sur de Santa Fe así como en la provincia de Córdoba y sus poblaciones se encuentran en franca expansión (Figuras 1 y 2).
Figura 1. Cultivo de soja invadido por Chloris virgata.
Chloris gayana es una hierba perenne, estolonífera y macolladora de hasta 1,7 m de alto. Es una especie relativamente frecuente en el centro-norte de la provincia de Santa Fe.
Con el objeto de evaluar algunas alternativas de control de Chloris virgata y Chloris gayana se realizó un ensayo en un predio situado en la localidad de Monje, propiedad de la Cooperativa Agrícola de Monje (Santa Fe), con una elevada infestación de la maleza.
Para las condiciones en las que se realizó este experimento se pudo concluir que para Chloris virgata los tratamientos residuales con mejor desempeño son los correspondientes a las combinaciones comerciales de sulfometurón metil con clorimurón etil y tiencarbazone con iodosulfurón metil, así como los herbicidas clomazone y diclosulam.
Dentro de los tratamientos de post-emergencia los graminicidas selectivos post-emergentes superan al glifosato en sus distintas variantes de mezclas; se destaca el quizalofop P etil, no obstante, todos los graminicidas selectivos post-emergentes evaluados muestran un desempeño adecuado como para manejar eficazmente el problema y en especial, si se los articula armónicamente en una secuencia donde sucedan a un tratamiento residual.
Para Chloris gayana los herbicidas ariloxifenoxipropiónicos (fop’s) tienen una mejor eficacia que los ciclohexadionas (dim’s) para el control de esta maleza y dentro de los primeros, de acuerdo a lo observado, haloxifop fue más eficaz que fluazifop. Este último mejoró su respuesta cuando se combinó con sulfato de amonio o ac. vegetal metilado + organosiliconado.
El impacto que brindan los graminicidas postemergentes se diluye en el mediano y largo plazo como consecuencia del rebrote.