Las iniciativas se encuentran alineadas a la política medioambiental que presentó el ejecutivo de la UE en marzo, buscando instalar a través del Acuerdo Verde un plan para la promoción de la economía circular.
Uno de los objetivos que persigue el programa es garantizar que la producción de alimentos proteja el medio ambiente y combata el cambio climático, reflejado en los objetivos de la Política Agrícola Común (PAC) post-2020.
Unió Nuts es una cooperativa que transforma y vende frutas secas en más de 30 países. Según informó a EFEAGRO su director general, Ferrán Huguetestado, vienen trabajando duro para encontrar la mejor manera de valorizar sus subproductos. Específicamente, la cooperativa ha encontrado múltiples usos para las cáscaras de almendras, desde fines farmacéuticos hasta la producción de tintes para ropa, o bolsas biodegradables y envoltorios de alimentos.
Han descubierto que también tiene buenas propiedades como material de construcción. Más específicamente como sustituto de la madera de teca y el barniz en las cubiertas de yates. Una vez molida, la cáscara de almendras es realmente resistente. Su empleo podría evitar una importante cantidad de árboles talados.
Gracias a esta iniciativa, en la que Unió participa junto a otras empresas, destaca la creación de valor de la economía circular y el papel que puede desempeñar en la optimización del procesamiento de la cosecha y al mismo tiempo garantizar que el sector agrícola sea más ecológico.
En el sur de la región de Andalucía, Miguel Ángel del Moral cultiva cereales y olivos. También pertenece a una cooperativa que ayuda a crear valor a los desechos de la producción de aceite de oliva. De Moral dijo que solo el 20% de la aceituna sirve para la producción de aceite, mientras que el 80% restante no se puede utilizar.
Sin embargo, este producto residual puede utilizarse como una forma de energía renovable, lo que destaca también elimina el problema de reciclar estos residuos. Tanto los carozos de aceituna como el «orujo» (el material que queda luego del prensado de la aceituna para extraer el aceite) se pueden usar como biocombustible, ya sea en la industria o para calentar los hogares, lo que ahorra electricidad o gas natural.
Según Del Moral, el empleo y la rentabilidad podrían aumentar si los productores crean nuevas líneas de negocio. Sin embargo, enfatizó que aunque los esquemas de ayuda para apoyar tales prácticas ya existen, el desafío es lograr «mayor rentabilidad».
Fuente: Bioeconomía