Anticipan caída del PBI de 2% e inflación del 40%

 Faltan poco menos de dos meses para que concluya el segundo semestre, tan esperado a principio de año y que no colmó las expectativas que preveían una recuperación de la actividad, el consumo, y demás variables. En la recta final de 2016, economistas consultados hicieron un balance del primer año de gestión de Mauricio Macri.

El resultado: caída del PBI, inversión, el consumo y el poder adquisitivo; una inflación de 40%, aunque la mayoría coincide que está controlada. Y en general la perspectiva de que el año que viene será de crecimiento, aunque no a "tasas chinas". 

Fausto Spotorno, director de Centro de Estudios Económicos de Orlando Ferreres, afirmó que 2016 cerrará con una caída de más de 2% de la actividad económica, pero recuperando en el último trimestre. "No va a dar positivo, pero sí con respecto al segundo y tercer trimestre si va a ser positivo", opinó.

Además, señaló que la inflación va a terminar el año cerca del 40%, pero "el año que viene va a bajar con mucha fuerza". "De hecho ya lo está haciendo. La inflación fue casi toda en el primer semestre, en el segundo vemos una inflación promedio del 1,5% mensual. Con lo cual anualizado da 20%, de ahí al 17% al que apunta el Gobierno hay poco para hacer. Está controlada la inflación", remató.

El Director del Centro de Estudios Económicos y Sociales Scalabrini Ortiz (C.E.S.O.), Andrés Asiain, coincide con el acumulado anual de inflación -cuya previsión mantuvo durante todo el año- y estimó que para el año próximo será del 30%, casi el doble de lo que prevé el Gobierno. En cuanto al PBI, calcula que caerá 2%; mientras que el consumo lo hará entre 7 y 8 puntos porcentuales.

De cara al próximo año, Asiain pronosticó que la gestión de Cambiemos "va a retrasar el dólar de cara a las elecciones y después lo van a recomponer con lo que se va a acelerar la inflación hacia fin de año". "La dinámica de la inflación está dada básicamente por el dólar y las tarifas. Vemos que van a retrasar el dólar antes de las elecciones para recuperar un poco el consumo y luego lo van a recomponer", añadió.

"Esta política de ajuste creemos que va a abrir paso, en un año electoral, a una de populismo financiero, aflojar el ajuste y relanzar el consumo mediante la apreciación del dólar y la apertura importadora, y con el endeudamiento externo financiar el déficit para relanzar la obra pública. Esas dos patas, dólar barato y obra pública, es lo que podemos llamar un remix de las políticas de Martínez de Hoz pero en una versión diferente", remató.

Para Marina Dal Poggetto, socia del Estudio Bein, la inflación también es cercana al 40% pero dice que "lo más difícil era romper la inercia, el salto de principio de año tiene que ver con un intento de cambiar los precios relativos". Sostuvo que "se está desacelerando", pero que 2017 en gran medida va a estar atada a lo que ocurra con las paritarias y las tarifas. "Con la inflación moderándose uno tiende a pensar que parte de la caída del poder de compra de los salarios se va a recuperar parcialmente con los próximos cierres paritarios", aseveró.

"Desde marzo y abril hubo un desplome del nivel de consumo; desde agosto en adelante el nivel de actividad dejó de caer en la comparación mes a mes; parecería que hizo piso la caída, pero en contraste con el año pasado parece que sigue en algunos sectores. Hay pocas señales de recuperación, aunque también todo lo que parece que provocó la caída tiende a moderarse", diagnosticó.

Y sobre el tipo de cambio, evaluó: "La recesión que estamos viviendo es atípica, convive con fuerte ingreso de capitales y con atraso cambiario. El dólar se va a usar como ancla, sin cepo sino con libre movilidad de capitales, y lo que va a permitir eso es el ingreso de dólares. Hoy la presión del tipo de cambio es al revés, de la apreciación, hay una enorme cantidad de dólares que tienen que vender para poder hacer frente al déficit fiscal; a diferencia de lo que le pasaba al Gobierno anterior sobran dólares financieros, y faltan pesos". "Todo indicaría que el Banco Central va a evitar una devaluación brusca antes de las elecciones", concluyó.

"Fue un año claramente de ordenamiento macroeconómico, donde los resultados han sido buenos con respecto a las bases que sientan hacia adelante", opinó Rodrigo Álvarez, Socio y Director de Analytica, quien determinó que se registró una importante caída del consumo, la inversión, el PBI (en 1,5%). Y advirtió: "No hay variables que presenten mejoras respecto al año pasado, es un año para mirarlo más cualitativamente que cuantitativamente".

Álvarez sostuvo que "la base para 2017 es buena, al entrar en una etapa en la que el Gobierno va a poder acceder a financiamiento para traccionar desde el gasto y la obra pública" y que "el clima de negocios ha mejorado". También con una estimación de la inflación de 2016 cercana al 40%, aseguró que "más allá de los vaivenes está controlada".

"De este nuevo régimen económico hay ganadores y perdedores. La industria tiene un gran desafío hacia adelante, fue uno de los sectores más castigados. Hay una base de ordenamiento en cuanto al comercio exterior y el tipo de cambio", señaló.

Aunque con distintas visiones, los economistas coinciden en que la obra pública, que durante este año sufrió un profundo desplome y que recién ahora comienza a reactivarse, será uno de los principales motores de la actividad económica en 2017. En cuanto al nivel de actividad, el consumo, y el poder adquisitivo, sostienen que lo que se perdió este año no se va a recuperar fácilmente.