Editorial

Al girasol habrá que esperarlo

Ingreso de la cosecha en la Argentina y un panorama internacional de precios para el aceite que ha cedido en los últimos dos meses. Los analistas estiman que a mediano plazo el horizonte debería mejorar.

Claudio Gianni
21 de Marzo de 2023

Históricamente el mercado internacional de girasol ha estado gobernado por los precios del aceite, con Ucrania a la cabeza y Rusia unos pasos detrás. Esperar a octubre para saber cuánto ha generado la región es tarea inevitable. Pero desde hace un año algunas cosas han cambiado, hay guerra en el Mar Negro y la capacidad de procesamiento del líder, Ucrania, está muy dañada.

Las grandes modificaciones del escenario habitual pasan por tres puntos críticos: 1) Ucrania ha perdido mucho terreno, pero continúa siendo un jugador clave, 2) Rusia no puede reemplazar totalmente las pérdidas de producción de Ucrania, 3) Por razones de fuerza mayor, Ucrania está saliendo de la exportación de aceite para vender semilla de girasol tal cual. Kiev envió fronteras afuera 190.000 toneladas de girasol en enero, en comparación con las 4.000 toneladas del año anterior. Ese mismo mes exportó 347.000 toneladas de aceite de girasol, muy por debajo de las 612.000 toneladas despachadas en enero de 2022 antes de la guerra

El Mar Negro sigue siendo dominante tanto en la producción como en las exportaciones de aceite de girasol, con un volumen que explica el 51% del total mundial y una participación en las exportaciones globales del 68 %. Sin embargo, está por debajo de las cifras máximas observadas en la temporada 2019/20, 62% y 78% respectivamente, y eso se debe al mayor costo y la destrucción que la guerra ha sumado a la industria ucraniana.

Cada vez se le hace más difícil al país invadido procesar esta oleaginosa, y sin otras alternativas ha elegido enviar grandes volúmenes de semillas sin triturar a compradores extranjeros, quienes hacen el procesamiento. La tarea se está subcontratando, básicamente en Europa, y funciona a tal punto que ha estabilizado un mercado mundial que se volvió loco tras la invasión rusa, con precios por las nubes para el aceite comestible (USD 2300 en marzo de 2022). También juega el trabajo del corredor de granos, más proclive a cargar granos que aceite.

Según el USDA, Ucrania está 42% abajo en la producción de girasol respecto de los volúmenes anteriores a la guerra, en tanto Rusia marca un nuevo récord y sube a 6,195 millones de toneladas, sin compensar aquella pérdida. Sin embargo, los precios internacionales del aceite de girasol se han enfriado en los dos últimos meses, incluso por debajo del aceite de soja, como resultado de la menor demanda de los importadores, que además están ofreciendo valores más bajos debido a la oferta suficiente de oleaginosas en Europa, que ha tenido una muy buena producción de colza.

La baja está en torno del 15% en los últimos 60 días, alcanzando el precio más modesto de los últimos dos años y medio, condicionado además por un sentimiento negativo para los aceites vegetales y más acá por la crisis bancaria, que suma presión adicional.

Los precios de referencia para el aceite de girasol FOB Noroeste de Europa (opción de 6 puertos) se evaluaron por estos días levemente por encima de USD 1.000. Los valores incluso llegaron a cruzar ese umbral en algunos países. Las ofertas al contado de aceite de girasol en los puertos ucranianos cayeron 125 USD/t en el periodo mencionado, coqueteando con los 900 USD/t CPT hace unos días, su nivel más bajo desde fines de octubre de 2020.

Según APK-Inform, desde mediados de febrero los importadores vienen dando señales de que han formado por ahora existencias suficientes del producto, y por lo tanto no tienen un gran interés o bien esperarían una mayor caída de los precios. Pero además se han retirado del mercado por la continua incertidumbre sobre el acuerdo del corredor de granos.

La extensión del pacto por 60 días como pretende Rusia, en lugar de los 120 días que corresponderían según el texto del acuerdo, sería una severa complicación, ya que reservar barcos para ingresar a Ucrania y adquirir materiales actualmente requiere más de 60 días. Además, las aceiteras pueden tener dificultades para obtener semilla para moler dentro de ese plazo. "Lo más seguro es sentarse y esperar, que es lo que estamos haciendo nosotros y la mayoría de los compradores", afirma uno de ellos.

Con respecto a la evolución futura de las cotizaciones, las fuentes del mercado sugieren que la tendencia a la baja continuará a corto plazo, ya que las altas existencias de aceite de girasol en China y la oferta suficiente en manos de compradores europeos, así como la abolición de los derechos de exportación en India, seguirán ejerciendo presión sobre el mercado. Además, el mes de Ramadán del 22 de marzo al 21 de abril también ralentizará la demanda.

A mediano plazo, los analistas apuntan a una recuperación de los precios bajo la influencia de factores alcistas. El retorno de la demanda de los compradores chinos e indios, el quebranto de la soja en Argentina debido a la sequía y la evolución del mercado del aceite de palma se encuentran entre los principales factores que están siendo considerados. Además, hay que contabilizar una disminución gradual en la producción y el suministro de aceite de girasol de Ucrania, debido a la caída en las existencias de la oleaginosa, lo que respaldará los precios en el futuro.

Por ahora el panorama de precios internacionales en baja se suma al ingreso de la cosecha en la Argentina, de quizás uno de los pocos granos que ha sido menos castigado por la seca. Se da en un contexto de un mercado local siempre cuestionado. Los consejos de quienes saben del tema recomiendan retener el físico, evitar ventas a fijar y mantener el dominio sobre lo que se ha generado en el campo a la hora de negociar. Suena razonable.

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