INFORMACIÓN TÉCNICA

La cuenca como unidad participativa

El INTA a través de su Programa Nacional del Agua, junto a la Universidad de Castilla-La Mancha, está caracterizando las cuencas típicas de la Región Pampeana, con el objetivo de establecer planes de gestión en conjunto con la comunidad, para mitigar el riesgo ante inundaciones.

Valeria GuerraINTA
19 de Febrero de 2016

En el marco del convenio que tiene INTA con la Universidad de Castilla La Mancha –España-, visitó nuestro país el Dr. Jose Maria Bodoque del Pozo, quién participa del Proyecto Específico "Estudio del impacto de escenarios futuros sobre los recursos hídricos", que coordina Eduardo Flamenco del Instituto de Clima y Agua. El mismo se encuentra dentro Proyecto Integrador “Cuencas hidrográficas su caracterización, estudio y gestión” dirigido por Francisco Damiano del Programa Nacional de Agua. El Proyecto se propone clasificar, categorizar y jerarquizar los conocimientos producidos en los Proyectos Específicos que lo componen en función de los problemas hídricos identificados en las diferentes cuencas geográficas del país para seguimiento y monitoreo de los Recursos Naturales.

El convenio de cooperación técnica con la Universidad de Castilla La Mancha se firmó en 2014 con el objetivo de disponer de un marco que permita la interacción entre el INTA y la universidad. “En la Unión Europea hay un marco normativo que permite que se hagan este tipo de estudios”, explicó Bodoque del Pozo. “Existe una directiva que obliga a hacer tres tipos de estudios: el análisis de la peligrosidad de las inundaciones, el análisis de riesgos (económicos y pérdidas en vidas humanas), y la puesta en marcha planes de gestión que desarrollen medidas para la minimización del riesgo”. Y además –agregó el especialista- obliga que estos estudios se repitan cada seis años. 

Bodoque del Pozo, junto a Sofía Havrylenko, del Instituto de Clima y Agua, y Milton Savio, coordinador del Proyecto Regional con Enfoque Territorial (PRET) “Contribución al desarrollo competitivo, sustentable e inclusivo del territorio norte de la provincia de Buenos Aires”, están trabajando en el desarrollo de una metodología para la evaluación de déficit y excesos hídricos en las cuencas Arrecifes y Areco de la Región Pampeana

Dado que el movimiento de las aguas no reconocen fronteras político-administrativas sino leyes físicas, las cuencas hidrográficas o los acuíferos constituyen la unidad territorial más apta para la planificación y gestión coordinada de los recursos hídricos, sostienen los principios rectores del Consejo Hídrico Federal (COHIFE). 

Las cuencas del Río Arrecifes y Areco durante el año 2015 recibieron un cúmulo de precipitaciones que causaron anegamientos y daños cuantiosos para las comunidades y el sector agroalimentario. Tal es así que se trabaja con el Comité de cuenca Arrecifes y el Comité de Cuenca Areco, y se impulsa la participación de los actores involucrados desde hace un tiempo. “Es una de las áreas agrícolas más importantes de la Argentina”, aseguró Havrylenko, y llamó a pensar “el territorio como cuenca”. “Para esto es fundamental educar a la gente para que tenga una visión macro y no se restrinja a su predio”.

Días atrás los especialistas recorrieron las cuencas, los diferentes ambientes, la red hidrometereológica y limnigráfica operativa en tiempo real e instalada en el caso de la cuenca del Arrecifes, y se reunieron con productores y gestores locales. “La idea es poder desarrollar una metodología en la caracterización y detección de los eventos de exceso hídrico para evaluar los daños a nivel agropecuario”, explicó Havrylenko.

“La directiva europea está centrada principalmente en el ámbito urbano, y nosotros vamos a adaptarla para trabajar en el ámbito agrícola”, subrayó Bodoque del Pozo y aclaró que es “un enfoque metodológico diferente”.

A la hora de señalar cómo se evalúan los daños en un ámbito agrícola, el especialista en hidrología remarcó que primero hay que caracterizar el evento: cuál ha sido el área inundada y cuánto tiempo ha permanecido esa área inundada. Se continúa con encuestas a los productores para saber cuánto tiempo permaneció el área inundada, cuál era el rendimiento esperado antes de la inundación, qué rendimiento espera después de la inundación y qué gastos no previstos han tenido que realizar. “Obtenemos información que a posteriori permite evaluar los daños”.

En este proceso que se va a continuar en función de las experiencias anteriores para desarrollar una metodología en la caracterización y detección de los eventos de exceso hídrico y evaluar los daños a nivel agropecuario, va a colaborar el Centro Regional Buenos Aires Norte. A corto plazo se pretende contar con un mapa de riesgo hídrico. 

El Centro Regional Buenos Aires Norte (CRBAN) del INTA que dirige Daniel Somma ha tomado el asunto como una de las prioridades de la gestión. El pasado 2015, en un contexto de exceso hídrico, se coordinó la asistencia de toda la provincia, al mismo tiempo que se realizaron dos reuniones en las que participaron técnicos y coordinadores territoriales del INTA y autoridades del PN Agua, del Instituto de Clima y Agua, y del Centro de Investigación de Recursos Naturales, a fin de elaborar líneas de acción conjuntas y la promoción de los comités de cuenca. En este sentido, el CRBAN facilitará a los tomadores de decisiones la información que se generé desde el INTA. Por otra parte, se conformó recientemente el Comité de emergencia para la producción periurbana, en articulación con la Universidad Nacional de Luján (UNLU), que cuenta con el respaldo del Servicio Meteorológico Nacional, el Instituto Nacional del Agua (INA) y el cuerpo de Bomberos Voluntarios de Luján. Este ámbito permitirá alertar y prevenir ante situaciones de exceso hídrico en la zona del Río Luján.

Los resultado esperados del Proyecto Específico y del Integrador del cual forman parte Bodoque del Pozo, Savio y Havrylenko, consisten en tener un grupo de expertos en modelación hidrológica arraigados y operativos, y equipos de investigadores regionales capacitados en GIRH; modelos hidrológicos validados en diferentes cuencas experimentales y funcionando; monitoreo y diagnóstico de cuencas hídricas rurales experimentales realizados; y acuerdos formalizados integrando al INTA en procesos locales, regionales, nacionales e internacionales en redes de base de datos, planificación, monitoreo y alerta hídrica.

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