El InCAIR, que mide la actividad inmobiliaria rural en todo el país, tiene como referencia histórica su pico máximo de 97,5 puntos registrado en septiembre de 2011. 

Este indicador se construye en base a encuestas mensuales entre socios de CAIR, la cantidad de avisos de venta y alquiler de campos en medios nacionales, la actividad en la web de la cámara, operaciones concretadas y consultas de inversores. 

El informe número 134, correspondiente a diciembre de 2024, destaca los siguientes puntos clave: 

La actividad inmobiliaria rural sufrió una disminución debido a la estacionalidad del mercado y a la incidencia de los feriados sobre los días hábiles. 

Se registró una importante reducción en la oferta de nuevos campos en venta y en la concreción de negocios. 

A pesar de la baja en diciembre, el año cerró con una tendencia general alcista en la actividad. Desde CAIR señalaron que estos movimientos estacionales son habituales en el mercado inmobiliario rural, pero resaltaron que la disminución de la oferta y las operaciones concretadas fueron más pronunciadas que en otros años debido a factores económicos y climáticos. 

En el futuro, la cámara espera que la actividad retome su ritmo habitual con la llegada de la temporada de mayor demanda, aunque advirtieron sobre la necesidad de estabilidad económica para sostener la tendencia positiva observada durante la mayor parte del año.