Política y Economía

La suba de la carne y el pollo vació las parrillas en abril

Por la fuerte suba de precios, el consumo per cápita de carne vacuna cayó 2,7% interanual

Chacra
9 de Mayo de 2025

 El mes de abril dejó un sabor amargo para las parrillas argentinas: los fuertes aumentos en los precios de la carne vacuna y el pollo no les dejaron margen para sostener sus ofertas sin tocar los precios. La consecuencia fue inmediata: menos comensales, menos consumo, más incertidumbre.

Según datos de la Cámara de la Industria y el Comercio de Carnes (CICCRA), el consumo interno de carne vacuna retrocedió un 2,7% en comparación con abril de 2024. Detrás de esta caída se encuentra un incremento en los precios de los cortes que promedió el 60,1% en el último año, muy por encima de la inflación general medida por el INDEC, que fue del 46,7% para el mismo período.

Entre los cortes más consumidos, el asado y el vacío lideraron las subas con alzas del 61,6% y 63,3%, respectivamente. Pero fue el lomo el que más se encareció: su valor aumentó un 68,4% en términos interanuales. Los cortes considerados "intermedios" registraron los mayores incrementos promedio en abril (4,7%), seguidos por los "económicos" (4,6%) y los "caros" (3,6%).

El efecto cascada no tardó en llegar al resto de las proteínas animales. El pollo entero, una alternativa frecuente en tiempos de bolsillos flacos, aumentó 10,7% en abril, la mayor suba mensual desde marzo de 2024, cuando se había disparado un 15,5%. En lo que va del año, el alza acumulada del pollo es del 16,6%.

La presión inflacionaria en el sector cárnico no es un fenómeno reciente. El precio del novillito en el Mercado Agroganadero de Cañuelas ya venía mostrando fuertes alzas: entre noviembre de 2024 y abril de 2025, acumuló un incremento del 53%, con picos mensuales de hasta el 12,7%.

Otro factor que empuja los precios hacia arriba es la creciente demanda externa. Las exportaciones de carne vacuna alcanzaron un récord en 2024, con 935.261 toneladas equivalentes res con hueso, un 9,7% más que en 2023. Desde el Centro de Economía Política Argentina (CEPA) advierten que la carne que dejó de consumirse en el mercado local fue redireccionada al mercado externo, lo que profundiza la escasez interna y el encarecimiento.

A esta situación se suma el deterioro del poder adquisitivo. De acuerdo con el Índice de Salarios del INDEC, los sueldos registrados cayeron un 4,9% en términos reales entre noviembre de 2023 y febrero de 2025. Esta pérdida de poder de compra explica en gran parte la caída del consumo, incluso en un país históricamente carnívoro.

En este contexto, ni siquiera las opciones vegetarianas o veganas logran imponerse como alternativa viable: sus precios también escalan, lo que limita la posibilidad de reemplazar la proteína animal en la dieta cotidiana.

La combinación de factores internos y externos deja a las parrillas, ícono de la gastronomía argentina, en una encrucijada: entre los altos costos y la caída de la demanda, su sostenibilidad empieza a verse amenazada.

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