Todas las fichas en el maíz
Todas las condiciones están dadas para que el cereal exprese su mejor rendimiento
Las necesidades de rotación y la mejora de precios relativos entre el maíz y la soja en favor del primero, como se sabe, ha inclinado en muchos casos la balanza en favor de las siembras del cereal de cara a la campaña 2016/17, que ya se encuentran en línea de largada.
En este escenario, se calcula que el área nacional implantada con maíz podría aumentar en torno al 25%, que significará sumar alrededor de un millón de toneladas a los planteos a nivel nacional. La superficie sembrada con soja, estimativamente, podría sufrir una merma de alrededor del 2,5% que la dejaría apenas por debajo de los 20 millones de hectáreas.
Sumado a lo anterior, todo favorece en el caso del cereal el uso de la mejor tecnología disponible, con lo que al menos en principio todas las condiciones están dadas para que el cereal exprese su mejor rendimiento. Según apuntó la Bolsa de Comercio de Rosario en su informe semanal, el costo del nitrógeno bajó sensiblemente en comparación al año pasado, lo que permitirá adecuar la fertilización a la optimización de rindes objetivo, al menos en la zona núcleo.
Con ello tenemos a la vista una buena campaña maicera en el horizonte, del lado de la oferta. Por parte del consumo interno, las condiciones iniciales llevarían a pensar en descartar un salto de la demanda por encima de lo normal, que pueda acompañar ese 25% que se adiciona del lado productivo. Con el precio del petróleo en niveles bajos a nivel internacional y el consumo de carne amesetado, podríamos pensar que la mayor parte de la nueva oferta se adicionaría al saldo exportable.
Al respecto, Argentina viene mostrando en lo que va del año una situación de embarques prácticamente sin precedente en los años recientes. Si bien esta semana algunas terminales apretaron el pedal de freno en la recepción de la mercadería, que se reflejó en las ofertas de compra en el recinto del Mercado Físico de granos ($2.000/ton para entregas cortas, $ 2.200/ton para entrega contractual), todo apunta a que el mes de agosto se constituirá un nuevo récord en toneladas embarcadas.
Además, las toneladas de maíz comprometidas para exportar de la campaña 2015/16 continúan subiendo semana a semana y a la fecha ya suman casi 19 millones. Como puede verse en el primer cuadro, de ese total el Ministerio de Agricultura informa que ya se ha embarcado un total de 11 millones de toneladas, mientras que la exportación lleva compradas 15 millones.
Incluso considerando que la exportación ya tendrá parte de ese total en sus plantas, se infiere que aún necesitará hacerse de más mercadería en los meses venideros, más cuando tenemos en cuenta que se siguen anotando operaciones (sólo en los diez últimos días, se adicionaron medio millón de toneladas más).
En tanto, la relación entre los FAS teóricos y los FAS de mercado favorecen la actividad: según los cálculos de la BCR, el FAS teórico en puertos del Up River para el embarque cercano está en u$s 155,7/ton, cuando en el Mercado Físico de Granos de rosario se ofrecían abiertamente u$s 151/ton para la entrega a fines de este mes o 153/ton por el cereal con descarga en septiembre. Con ello, el sostén de la demanda para el mediano plazo permanece intacto.
Sin embargo, a largo plazo y pensando ya en el próximo ciclo comercial, no debe perderse de vista que la mejora en la rentabilidad del maíz en Argentina ha tenido mucho más que ver con factores domésticos que con un cambio de circunstancias en la demanda global. Es decir, devaluación, eliminación de ROE y retenciones en cero mediante, nuestro cereal evidenció una fuerte ganancia de competitividad en el mercado internacional. Prueba de ello ha sido el acceso más favorable en destinos no convencionales, como también se analiza en el recuadro de texto al final del presente.
Para el nuevo ciclo comercial, el Concejo Internacional de Cereales (CIC) en tanto revisó al alza la producción mundial de cereales. La suba de oferta de maíz particularmente se sustenta en la excelente campaña que viene transitando Estados Unidos, y alcanzaría las 1.030 millones de toneladas a nivel global. Del lado de la demanda, si bien se descuenta un repunte del consumo forrajero que sin embargo, no alcanzaría para compensar la mayor producción por lo que la relación stock/consumo 2016/17 alcanzaría su máximo en 15 años.